La consultora EY despedirá a 3.000 empleados en Estados Unidos, lo que supone prescindir de casi el 5% de su plantilla en el país norteamericano. La compañía perteneciente a las denominadas Big Four aplicará este ajuste por considerar que hay un exceso de capacidad en la plantilla, según ha informado este lunes el diario británico "Financial Times" (FT).

La firma ha anunciado los miles de recortes a sus trabajadores, sólo una semana después de que se suspendiera el plan para escindir sus negocios de consultoría y auditoría. La dirección global de la compañía decidió cancelar la operación, tras varios meses de desacuerdos entre la dirección global y los socios en Estados Unidos, que se oponían a la división en dos de la consultora.

"Tras evaluar el impacto de las actuales condiciones económicas, las sólidas tasas de retención de empleados y el exceso de capacidad en algunos sectores de nuestra empresa, hemos tomado la difícil decisión comercial de separar aproximadamente a 3.000 empleados en Estados Unidos", afirmó un portavoz de EY.

En este sentido, la misma fuente señala que "estas acciones son parte de la gestión continua de nuestro negocio y no son resultado de la revisión estratégica recientemente concluida". Las empresas de consultoría han desacelerado drásticamente su crecimiento económico durante el último año, después de un período de crecimiento abultado. El auge de las fusiones y adquisiciones que impulsó el trabajo de asesoría de acuerdos de los consultores también se ha ido agotando a medida que han ido subiendo los tipos de interés.

Las consultoras recortan su plantilla para reducir costes

Este nuevo ajuste dentro del sector, es el más profundo que los que han llevado a cabo otros grupos de consultoría en los últimos meses. KPMG, por ejemplo, recortó cerca del 2% de su plantilla en Estados Unidos en febrero, mientras que Accenture anunció un recorte del 2,6% de su plantilla global durante los próximos 18 meses. Otra gran firma del sector, McKinsey, también está reestructurando su back office (gestión de la empresa) para reducir en torno al 3% de su plantilla.

EY ha invertido más de 600 millones de dólares (680 millones de euros) durante el último año para llevar a cabo el denominado Proyecto Everest, según el FT. Este plan estratégico buscaba la división en dos de sus negocios para a liberar a la firma de las normas contra conflictos de interés que dificultan a las consultoras ofrecer otros servicios a sus clientes de auditoría.

En este sentido, el equipo directivo estadounidense de la compañía ya advirtió la semana pasada que estaba planeando una “simplificación” de la firma para ahorrar hasta 500 millones de dólares anuales en costes. Los directivos de Reino Unido también han dejado caer que serán necesarios más recortes para reducir los costes de la compañía.