Los españoles saben que las estafas online para robar datos bancarios están disparadas y además tienen claro dónde existe un mayor riesgo: en los mensajes que se reciben vía correo electrónico, SMS o WhatsApp. Aunque el contenido de dichos mensajes suele ser sospechoso porque está mal escrito (con faltas de ortografía) o porque nos alertan sobre un banco del que no somos clientes, un 73% de los encuestados declara que en estos tres canales hay más riesgo de engaño que en las llamadas falsas en nombre de una entidad financiera o compañía conocida (42%) o en el contacto de desconocidos por redes sociales (34%).

Así lo pone de relieve la primera encuesta sobre ‘Ciberseguridad y hábitos de uso de canales digitales’, elaborada por Sigma Dos en colaboración con CECA, la patronal bancaria. También aquí se destaca que el auge de las nuevas tecnologías y su uso en la vida diaria, ha hecho que los españoles perciban los ciberataques como un peligro creciente.

En una escala del 0-10, los encuestados puntúan con 8,3 de media la peligrosidad de que un ciberdelincuente robe datos bancarios e incluso un 33% califica estas amenazas con el máximo nivel (10). Sin embargo, desde una perspectiva individual, la percepción de vulnerabilidad, aunque sigue siendo elevada, se reduce significativamente, pues solo la mitad de los encuestados (el 50%) considera probable o muy probable que pueda ser víctima en primera persona de un ciberataque.

En una presentación este miércoles en Madrid, distintos portavoces de la patronal bancaria destacaban la importancia de la divulgación para prevenir. Y es que la encuesta de Sigma Dos indica que entre las principales causas del auge de víctimas de ciberataques se encuentra la falta de formación de los usuarios de los canales digitales.

En concreto, seis de cada diez encuestados reconocen poseer conocimientos escasos en ciberseguridad, lo que se acentúa entre los mayores de 65 años. De hecho, el 20% de los encuestados cree que su entidad podría contactar vía email, SMS, WhatsApp o teléfono con ellos para solicitarles las claves de usuario y las contraseñas de acceso a su banca digital. Y esto no puede suceder, ningún banco puede pedir a sus clientes estos datos por esta vía.

Ante la falta de conocimientos en materia de ciberseguridad, los bancos aseguran que se están volcando en crear y divulgar contenidos “bajo el firme propósito de impulsar, fomentar y ofrecer a sus clientes las herramientas necesarias para reducir su exposición a ciberfraudes”. Y en este contexto, el 85% de los encuestados reconoce recibir este tipo de comunicaciones por parte de su banco, aunque solo el 54% afirma prestarle atención.

Por edades, la población más joven es la menos atenta a este tipo de comunicaciones (solo el 33% la tiene en cuenta), mientras que los mayores de 65 años son más receptivos (el 67% lo tiene en cuenta). Asimismo, el 65% de las personas considera que toma medidas de protección suficientes para velar por su seguridad digital y que no le roben sus datos bancarios con mentiras, a través de estafas. Y la cifra alcanza el 86% entre aquellos encuestados que afirman tener conocimientos en la materia.

Entre las principales medidas que los clientes bancarios aplican, se encuentra, la activación de las notificaciones cuando se registran movimientos en la cuenta, el uso de datos biométricos de acceso (por ejemplo, el reconocimiento facial) o recurrir a medidas para proteger su contraseña, por ejemplo, cambiar periódicamente las claves.