Cualquiera que pase por delante de la Casa Batlló del Paseo de Gracia de Barcelona se encontrará con una cola de turistas, más o menos larga según el día, que quieren visitar este monumental edificio diseñado por Antoni Gaudí (foto superior, en el último Sant Jordi). El precio de las entradas de este domingo oscila entre los 31 y los 51 euros en función del programa contratado y como el número de visitantes anuales se aproxima a los dos millones, pues, queda claro que es una mina de oro.
La Casa Batlló es propiedad de los cinco hermanos Bernat Serra, herederos de Enric Bernat Fontlladonosa (1923-2003) y de Núria Serra Roig (1923-2022), el matrimonio fundador de Chupa Chups. Cuando los hermanos Bernat vendieron este conocido fabricante de caramelos con palo en 2006 a la multinacional italiana-holandesa Perfetti van Melle, ya eran los dueños de la Casa Batlló desde hacía una década, pero todavía no lo habían transformado en un imán para los turistas. Con la venta de Chupa Chups, los Bernat diversificaron los negocios: primero en el sector turístico, precisamente para potenciar la Casa Batlló, y después en el inmobiliario, logístico, fondos de inversión... hasta abarcar, en los últimos años, las start-ups y la tecnología.
Pero la joya de la corona sigue siendo el monumental edificio del Paseo de Gracia porque tal como se indica en los informes de gestión de Bernat Family Office SL, su holding empresarial, los ingresos consolidados de este grupo familiar "están siempre muy correlacionados con lo que pase con la filial Casa Batlló SL que, a su vez, ha mostrado una correlación entre su cifra de negocio y la evolución del turismo en Barcelona".
En el ejercicio de 2023, el último que se ha hecho público, con 1,57 millones de visitantes, Casa Batlló generó unos ingresos de 56,26 millones de euros, un 54% más que en el año antes, mientras que los beneficios se dispararon hasta cerca de los 23 millones, un 84% más. El dividendo para la familia propietaria fue de 15 millones de euros, cuando un año antes ya habían obtenido otros 10 millones.
Casa Batlló ha generado unos beneficios de más de 100 millones de euros en un periodo de solo 10 años pese a que en 2020, por culpa de la pandemia, cerraron con unas pérdidas de 1,4 millones y, en el año siguiente, con unas esmirriadas ganancias de 279.000 euros porque todavía se mantenían las restricciones de aforo. Con el regreso del turismo internacional una vez superada la pandemia, se han disparado los beneficios. En eso también ha influido, tal como señalan los informes de gestión, la reforma del edificio acabada en 2021 y la "redefinición" del proyecto museográfico, con la incorporación de multitud de elementos tecnológicos que han posibilitado acercar esta obra a "públicos diferentes de los tradicionales".
El holding Bernat Family Office incluye tres empresas más: las inmobiliarias Residencial Pineda Spring y Upside Investments, así como una participación del 30% en Conwey, del sector logístico. La sociedad holding tuvo en 2023 unos beneficios de 29,18 millones de euros, que mayoritariamente provenían de Casa Batlló.
Bernat Family Office tiene como accionistas a los cinco hermanos Bernat Serra, cada uno con una participación del 20% a través de sus respectivas patrimoniales: Marcos (con la patrimonial Garnex), Ramon (Comberci), Xavier (Abundium), Nina (Buvel Invest) y Marta Bernat Serra (Serrasbu). Además del family office, ya sea juntos o por separado, han invertido en negocios muy diversos.
Cuando todavía eran propietarios de Chupa Chups, poseían una dimensión pública, aparecían en los medios, sobre todo Xavier Bernat Serra por su condición de presidente y consejero delegado. En la actualidad, excepto apariciones puntuales de las hermanas Nina y Marta en las páginas de cultura de la prensa para relatar aspectos de la Casa Batlló, mantienen una actitud de discreción. Como otros ricos sin cara, no circulan fotografías actualizadas de esta familia.
En una entrevista al periodista Serafí del Arco poco antes de la venta de Chupa Chups, Xavier Bernat afirmó que entregar la gestión a ejecutivos externos a la familia les hizo "perder terreno" porque, si bien sanearon la compañía, la facturación cayó a la mitad. Xavier Bernat cedió la posición de consejero delegado entre 2001 y 2005, pero la recuperó para encarar la venta.
Según se publicó en aquel momento, Perfetti van Melle pagó 400 millones de euros, pero Xavier Bernat aseguró públicamente que por este importe nunca habrían vendido la compañía. Casi 20 años después todavía se desconoce por cuánto la vendieron.
Además de Casa Batlló, la familia mantiene una gran actividad inmobiliaria. En 2021 vendieron el edificio de oficinas del número 123 de la Diagonal por 55 millones de euros –con unas plusvalías de 20 millones– a Metrópolis, el grupo en el que invierten las grandes familias barcelonesas.
Los hermanos Bernat Serra también controlan dos sicav: Lago Erie, presidida por Marcos; y Vifag 2002, por Xavier. Cerraron el año pasado con uno inversiones próximas a los 100 millones de euros.

Cada hermano tiene unas funciones dentro del holding familiar y, además, lleva a cabo otras actividades por cuenta propia. Por ejemplo, Marcos preside Bernat Family Office y Casa Batlló, así como una sicav. Y controla inversiones en varios países –también en Estados Unidos– en fondos, star-ups o compañías tecnológicas.
Ramon aparece como vicepresidente del holding, pero, a título personal, hace dos años creó de golpe tres sociedades de capital riesgo (Hinise, Saadiyat y Glass Ceiling). Xavier es consejero delegado de Bernat Family Office y vicepresidente de Conwey entre otras sociedades, y en febrero pasado constituyó Kelp Ventures para la comercialización de materiales y souvenirs turísticos.
En cuanto a las dos hermanas, Nina es una de las más implicadas en la gestión de Casa Batlló, pero también está detrás de Cap de Barbaria, una bodega de vinos en Formentera. Y Marta constituyó en 2023 Part Time Living, una gestora de coliving con Juan Carlos Tous de la Prada, cofundador de la plataforma audiovisual Filmin.
Tanto su padre –Enric Bernat Fontlladonosa– como la madre –Núria Serra Roig– pertenecían a estirpes de pasteleros barceloneses. En 1950, Enric Serra –tercera generación de pasteleros– creó un obrador llamado Productos Bernat, al que se sumó Núria cuando todavía era su prometida y, en 1954, compraron Granja Asturias, un proveedor asturiano de derivados de la manzana. En 1958 adquirió la patente de un caramelo de forma esférica que se sujetaba con un palito y que, en ese momento, se llamaba 'Gol', fabricado por la empresa barcelonesa Reñé SA. Éste es el origen de Chupa Chups.
En la década de los ochenta, Enric Bernat era accionista y presidente de la compañía Iberia de Seguros y planeaba obtener una ficha bancaria para levantar un nuevo banco de inversiones en Catalunya. Estos planes fracasaron, Iberia estaba en apuros y Bernat se quedó su activo más preciado a principios de la década de los noventa: la Casa Batlló, por 3.600 millones de pesetas (21,6 millones de euros). Antes, Sotheby's la sacó a subasta, pero no encontró comprador.