Celsa ha culminado su reestructuración. Esta siderúrgica completó este miércoles la operación de refinanciación del grupo por un importe de unos 2.000 millones de euros.

En un comunicado, la compañía que preside Rafael Villaseca precisó que, por una parte, ha efectuado el desembolso de 1.200 millones de euros correspondientes a la emisión de bonos anunciada el pasado 4 de diciembre.

Asimismo, Celsa ha recibido las aportaciones en efectivo por parte de los accionistas por importe de 800 millones de euros (600 en forma de crédito subordinado y otros 200 millones en capital). En conjunto, suman 2.000 millones de euros.

"Con estos fondos y en esta misma fecha se ha realizado el repago de la totalidad de la deuda del grupo que era objeto de refinanciación", ha añadido el grupo siderúrgico. Y ha precisado que, con esta operación, concluye el proceso de reorganización financiera a resultas del cual “se ha mejorado las condiciones de coste y plazo de la deuda del grupo".

"Nos adentramos en un entorno favorable y ahora podemos capitalizar el mercado positivo y los cambios regulatorios previstos a corto plazo. El apoyo continuo de nuestros accionistas y socios financieros sigue siendo invaluable en este proceso", ha valorado Jordi Cazorla, CEO de Celsa.

La compañía está controlada por los antiguos fondos acreedores que apartaron a los que fueron sus propietarios, la familia Rubiralta Rubió, mediante un proceso judicial.

El grupo Celsa cerró 2024 con unas pérdidas netas de 281 millones de euros, condicionadas por un resultado financiero negativo de 322 millones, que proviene del elevado endeudamiento en que se encontraba la compañía. En 2024, la deuda se redujo un 48%, pasando de los 3.689 millones de noviembre de 2023 -cuando la compañía pasó en manos de los fondos acreedores, por sentencia judicial- a los 1.793 millones de finales de 2024.