El grupo siderúrgico Celsa ha completado la fijación del precio de una emisión de bonos por importe de 1.200 millones de euros. La emisión, con un contrato de suscripción, se dividirá en dos tramos, ambos a un plazo de 5 años. Así, la emisión consta de un primer tramo de 750 millones de euros, a un interés fijo del 8,250%; y un tramo de 450 millones de euros, a interés variable de euríbor 3 meses más 5,500%. La compañía prevé el desembolso el próximo día 10 de diciembre.

Con esta y otras operaciones financieras, el grupo ha informado este jueves que "ha refinanciado la totalidad de su deuda, en condiciones favorables de plazo y coste", según un comunicado. Además, subraya que esta refinanciación, más "las importantes mejoras en el resultado operativo, consolidan una notable mejora en los resultados del grupo". El proceso de refinanciación era uno de los ejes de actuación determinados en el plan industrial lanzado por el grupo a mediados de 2024, "que ya está dando resultados muy positivos", destacan desde la compañía.

Para la emisión de bonos por importe de 1.200 millones, el grupo Celsa ha contado con la coordinación de los bancos Barclays, Goldman Sachs y J.P. Morgan, y la participación de varias instituciones financieras adicionales. Los bonos serán emitidos como bonos verdes conforme al Marco de Financiación Verde del grupo.

Complementariamente, tras el acuerdo del consejo de administración y como ya anunció, la siderúrgica aumentará su capital en 200 millones de euros en metálico. También dispondrá de un crédito subordinado por importe de 600 millones de euros, un instrumento que, en la práctica, reforzará la estructura financiera con una deuda de menor coste y prioridad, facilitando así la refinanciación completa de la deuda existente. En ambos casos, las operaciones serán suscritas y desembolsadas por los actuales accionistas de la compañía, Atestor, con un 46,6%, Value Partners, con un 34%, Golden Tree, con un 12,2% y Cross Ocean, con un 4,4%, como núcleo central. 

Además, está previsto que el grupo suscriba un contrato con un grupo de 7 bancos para disponer de una línea de crédito “revolving” por importe de 200 millones de euros, destinada a la financiación de sus necesidades de circulante.

La firma, presidida por Rafael Villaseca, cerró 2024 con unas pérdidas netas de 281 millones de euros, condicionadas por un resultado financiero negativo de 322 millones, que proviene del elevado endeudamiento en que se encontraba la compañía. En 2024, la deuda se redujo un 48%, pasando de los 3.689 millones de noviembre de 2023 -cuando la compañía pasó en manos de los fondos acreedores, por sentencia judicial- a los 1.793 millones de finales de 2024.