El Banco Central Europeo ha convocado una reunión de urgencia este viernes para tratar la situación del sector bancario en la zona euro, el cual ha vivido una semana convulsa iniciada por la quiebra de Silicon Valley Bank y sucedida por el desplome bursátil de Credit Suisse, el cual sacudió a todos los bancos y puso en el punto de mira la liquidez de las entidades bancarias del Viejo Continente. Tal y como han afirmado fuentes oficiales, “el Consejo de Supervisión se reúne para intercambiar impresiones y actualizar a los miembros sobre los eventos recientes en el sector bancario”.

Dicha reunión se produce un día después de que el Banco Central Europeo elevase los tipos de interés en 50 puntos básicos, tal y como adelantaron en la reunión del pasado mes de febrero. Pese a que el sector bancario ha vivido una semana de infarto marcada por la quiebra de varias entidades de Estados Unidos y por el ‘golpe’ bursátil propinado por el hundimiento de Credit Suisse, al BCE no le tembló el pulso y elevó los tipos un 0,50%, tal y como lo tenían previsto.

El BCE aseguró estar listo para inyectar capital si fuera necesario

Pese a ello, en la reunión monetaria celebrada ayer, el BCE emitió un mensaje relajador para los bancos que se vieran en dificultades. Tal y como informó ON ECONOMIA, la entidad liderada por Christine Lagarde anunció que el BCE está “preparado” para inyectar liquidez a las entidades bancarias en el caso en que fuera necesario. Pese a esto, la reunión extraordinaria de la presente jornada ha vuelto a poner el interrogante sobre lo que ocurre en la banca europea y sí realmente hay algo que temer.

Pese a que la cita extraordinaria ha cogido por sorpresa al mercado, cabe destacar que estas se suelen celebrar con normalidad en momentos en los que el panorama financiero es cambiante o ha habido acontecimiento de relevancia que han generado cambios abruptos en el ecosistema empresarial europeo. Tal y como indican desde el Banco Central Europeo a este medio, "estas reuniones ad hoc del SB no son inusuales cuando hay desarrollos rápidos".

Una semana caótica para la banca europea

En esta ocasión, el motivo de la reunión viene dado para analizar el caso bancario que ha habido en la última semana. La intención es abordar de forma conjunta la situación de la banca del Viejo Continente y analizar el terremoto financiero que se ha extrapolado hasta los mercados bursátiles de todos los países. Cabe recordar que la susceptibilidad en torno a la banca se ha magnificado en las últimas horas a raíz de, primero, la quiebra de SVB y al azote al resto de bancos de todo el mundo, y, seguidamente, del hundimiento de Credit Suisse, el cual encendió las alertas en el sector bancario.

Pese a que los Gobiernos internacionales han remarcado la buena estructura financiera de la banca, aún hay dudas en el mercado, y más viendo como ayer Credit Suisse anunció la solicitud de un préstamo por más de 50.000 millones de euros para sanar sus maltrechas cuentas. Pese a las dudas y el temor inversor, el BCE decidió elevar los tipos de interés por sexta ocasión consecutiva desde el pasado julio y, al mismo tiempo, envió un mensaje a la banca europea, asegurándola liquidez en el caso en que fuera necesario, aunque también defendió la buena demarcación del sector y su solidez.

La gran banca de Estados Unidos rescata a First Republic Bank 

La reunión extraordinaria también llega después de que los grandes bancos de Estados Unidos se unieran al final de la última sesión bursátil para rescatar a First Republic. Tal y como informó ON ECONOMIA, JP Morgan, Citigroup, Bank of America, Wells Fargo o Morgan Stanley, son solo algunas de las entidades bancarias que se unieron para recatar al banco estadounidense con 30.000 millones de dólares.

First Republic es una de las empresas más lastradas por las quiebras de Signature Bank y de Silicon Valley Bank, las cuales han puesto al descubierto las carencias de varias de las firmas del sector bancario en Estados Unidos. Cabe destacar que todo apunta a que la Reserva Federal pausará las subidas de tipos de interés para dar aire a un sector que, en la última semana, ha atravesado por varias turbulencias que aún se están sintiendo. Al mismo tiempo, el descalabro de estos bancos ha hecho que la Fed revise endurezca los requisitos fiscales y de capital de la banca mediana.