La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancusa, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, el CEO de Ibercaja, Víctor Iglesias, y el de ING España, Ignacio Juliá, también se reunirán con el nuevo ministro de Economía en los próximos días. El momento es clave, pues debe definirse como será el impuesto a la banca que el Gobierno español quiere hacer permanente. Carlos Cuerpo, que tomó posesión del cargo hace apenas un mes en sustitución de Nadia Calviño, inició una ronda de contactos con los distintos banqueros del país el pasado martes día 23, cuando se dio cita con el presidente de CaixaBank (el banco más grande del país), José Ignacio Goirigolzarri.

A lo largo de la semana pasada y en distintos encuentros, el ministro también se reunió con el presidente de BBVA, Carlos Torres; la presidenta del Banco Santander, Ana Botín; el presidente de Sabadell, Josep Oliu; el de Unicaja Banco, Manuel Azuaga; Y el de Kutxabank, Antón Arriola.

Sin embargo, no había trascendido si Dancausa, Escotet o Iglesias también habían sido citados. Preguntada por esta cuestión, la CEO de Bankinter confirmaba el jueves en la presentación de resultados que ella también había sido citada el próximo lunes día 5 de febrero. La ejecutiva del IBEX 35 cree que la decisión de Carlos Cuerpo de reunirse de manera individual con cada uno de ellos “es una magnífica iniciativa”, y pone en valor que “una de las primeras medidas” que ha tomado al llegar al Ministerio de Economía haya sido reunirse con el sector financiero.

“Es una decisión importante, el simple hecho de que nos escuche es relevante”. Dancausa cree que estos contactos pueden ayudar a que cambie “algo” la relación del Gobierno español con los bancos. En este sentido, la ejecutiva recordaba que hay muchos asuntos de confrontación encima de la mesa. El más importante es el impuesto extraordinario, pero también la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero o los temas de ciberseguridad. “Hay muchos temas que nos competen y el hecho de que nos escuche es bueno, valoro positivamente estas reuniones”.

Sobre el impuesto a la banca habló largo y tendido. La consejera delegada de Bankinter siempre ha sido muy firme con su opinión, de hecho, en presentaciones de resultados pasadas ha llegado a “pedir perdón” de manera irónica por tener beneficios y advirtió que iba a recurrir el impuesto “al día siguiente de pagarlo”. Siguiendo esta línea, el pasado jueves se pronunciaba sobre el sorpresivo anuncio de que el impuesto a la banca será permanente.

“Cuestionar los plazos que se habían establecido genera poca credibilidad. Creo que hay que seguir luchando y peleándolo para que lo reconsideren”. El gravamen extraordinario, por el que Bankinter pagó el año pasado 77 millones de euros, iba a ser, a priori, sobre los resultados de 2023 y 2024. Pero en el acuerdo de colación de Yolanda Díaz y Pedro Sánchez se acordó hacerlo permanente, como finalmente se confirmó en diciembre.

Sin embargo, aún no se ha especificado la forma. Si será sobre ingresos (como el actual) o sobre beneficios. Si aplicará a todo el sector o solo a los que están ahora afectados, y es en estos detalles donde quieren trabajar las entidades porque toda la banca ha rechazado, tanto el temporal (que incluso lo tienen recurrido) como el permanente. Por eso, las relaciones del sector financiero con el Gobierno español llevan meses tensionadas.

También porque Economía les ha obligado en los últimos años a mejorar la atención en oficinas de los más mayores, a poner solución a la exclusión financiera en la España vaciada y a eliminar comisiones a los más vulnerables. Al tiempo que prevé poner en marcha este 2024 la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, que los bancos también rechazan.

Se trata de una figura que concentrará todas las reclamaciones que los clientes ponen a los bancos, aseguradoras y CNMV. Y que multará a las entidades por cada reclamación que reciban, pues la Autoridad entenderá que no ha sido bien gestionada en el Servicio de Atención al Cliente y por ello ha acabado ahí. Pero la banca considera que precisamente esa multa puede provocar que los clientes reclamen sin motivo, solo para que reciban sanciones.

El anteproyecto de ley, que ha estado en audiencia pública en diciembre, se encuentra ahora en fase de tramitación urgente para pasar cuanto antes a su aprobación definitiva. Aunque todavía se podrían afinar algunos detalles.

Todos estos temas han sido tratados en las reuniones de los banqueros con Carlos Cuerpo la pasada semana, según ha trascendido. Y también seguirán hablándose en los próximos días, en los que el sector, además, presenta sus resultados de 2023, marcados por beneficios récord tras las subidas de tipos de interés. El CEO de Ibercaja está citado el día 7 de febrero, y el presidente de Abanca el día 1 enero. También ese día se reunirá con el CEO de ING para España y Portugal, Ignacio Juliá. El nuevo ministro, por tanto, se reunirá con los bancos más grandes del país.