El consejo de administración de Miquel y Costas ha dado un paso decisivo en la activación de su ambicioso plan de incentivos. En una comunicación oficial remitida este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la papelera ha precisado que el programa de opciones sobre acciones aprobado en su última junta general restringirá su beneficiaria a un máximo de 54 personas, todas ellas elegidas meticulosamente entre los consejeros ejecutivos, los altos directivos y el personal considerado "clave" para la compañía y sus filiales.
Esta decisión, tomada en una reunión del consejo celebrada el pasado 24 de noviembre, operativiza la estrategia de retención de talento que los accionistas dieron su visto bueno el mes de junio. En aquella asamblea, se aprobó la creación de un fondo de incentivación con un límite de 500.000 euros, una cifra que representa aproximadamente el 1,25% del capital social de la empresa, y con un horizonte temporal total de seis años.
Los planes de opciones sobre acciones se han consolidado como una herramienta corporativa fundamental en el actual mercado competitivo. Su finalidad primordial es doble: por un lado, atraer y, sobre todo, retener el talento humano más valioso dentro de la organización, asegurando que las mentes más brillantes y los perfiles más decisivos continúen vinculados al proyecto empresarial.
Por otro lado, pretenden alinear de forma perfecta los intereses de los directivos y empleados con los de los accionistas. Al vincular una parte de la remuneración variable al rendimiento de la acción en bolsa, se incita a los trabajadores a trabajar para la creación de valor sostenible a largo plazo, beneficiando a toda la estructura propietaria. En el caso de Miquel y Costas, una compañía familiar con una sólida trayectoria y una fuerte presencia internacional en el sector del papel de altísima calidad, este movimiento es interpretado por los analistas como una señal de modernización y una apuesta clara por su continuidad y crecimiento.
Un calendario con vistas a 2028
El consejo de administración no solo ha definido el "quién", sino también el "cuándo". El plan establece un calendario preciso y con una perspectiva a futuro, diseñado para garantizar que la consolidación de estos derechos se lleve a cabo de manera progresiva y estable. La fase denominada de consolidación comenzará el 1 de diciembre de 2025 y se extenderá a lo largo de tres años. Durante este período, los beneficiarios irán adquiriendo el derecho a ejercer sus opciones de forma gradual, normalmente en proporciones anuales. Este mecanismo evita que se produzcan salidas masivas de personal una vez concedidos los derechos.
Una vez finalizado el período de consolidación, se abrirá la fase de ejercicio. Esta etapa está programada para iniciarse el 2 de diciembre de 2028 y permanecerá abierta, igualmente, por un espacio de tres años. Será en esta ventana temporal cuando los 54 favorecidos podrán decidir si ejercen sus opciones para adquirir acciones de Miquel y Costas a un precio preestablecido (el precio de ejercicio), que normalmente se fija teniendo en cuenta el valor de la acción en el momento de la concesión.
Si el precio de mercado en ese momento es superior, el beneficiario obtendrá una ganancia directa. Con esta jugada, Miquel y Costas no solo refuerza su compromiso con sus equipos, sino que también transmite un mensaje de confianza a los mercados sobre su trayectoria y su capacidad para generar valor en los próximos años.
