El salario mínimo interprofesional (SMI) acumula, desde su creación en 1963, 60 subidas, aunque no corresponden a las anualidades de los 60 años que han trascurrido desde su establecimiento. Hasta alcanzar los 1.134 euros brutos al mes, en 14 pagas al año, en los que se situará en 2024, la base retributiva para los asalariados se ha revalorizado en línea con las políticas económicas de los diferentes gobiernos. El salario mínimo se creó en 1963 y se mantuvo congelado durante los tres años siguientes, en tanto que a partir de 1967 se ha ido actualizando anualmente, salvo entre 1976 y 1979, años en los que se subió dos veces cada ejercicio por la elevada inflación, así como en 2004, cuando el PSOE lo actualizó a mitad de año cuando alcanzó la presidencia del gobierno español. En 1980, con la aprobación del Estatuto de los Trabajadores se estableció su revisión anual, previa consulta con las organizaciones sindicales y patronales más representativas, aunque no siempre se ha cumplido esta premisa. Es precisamente a partir de 1982 cuando el salario mínimo deja de crecer a doble dígito y comienza a moderarse hasta finales de la década de 1990. A principios del siglo XXI los incrementos salariales se mantuvieron contenidos en el 2%, si bien con la llegada del PSOE al poder en 2004 comenzó a experimentar incrementos de entre el 4% y el 6%, para volver en 2010 a moderarse. Destacan 2012 y 2014, ya con el PP en el Gobierno, cuando el SMI se congeló, mientras que en 2013 y 2015 se quedó en el medio punto de incremento y, en un punto, en 2016. A partir de 2017 los incrementos fueron siendo mayores y, con la llegada del PSOE al Gobierno en 2018, el SMI ha acumulado una revalorización del 54%.