La vivienda compartida y de alquiler flexible, el llamado segmento living, está en auge en España. En el primer trimestre de 2025 ha acaparado 750 millones de inversión, con un crecimiento del 216% respecto al mismo periodo de 2024. Esta cifra de inversión equivale al 27% del capital total destinado a promover vivienda en España.
La falta de nueva oferta de producto residencial -fruto del aumento de los costes de construcción y de los crecientes tipos de interés que dificultan la financiación- condicionarán el mercado de la vivienda y tensionan sus precios. Además, de la fuerte demanda en las zonas urbanas y el cambio de preferencias y nuevas dinámicas de estilos de vida, están potenciando este sector. Por ello, según los datos de la consultora JLL (Jones Lang LaSalle), el living captó 2.778 millones de euros de inversión directa durante 2024, tras aumentar un 40% respecto a 2023, y representó un 27% de toda la inversión inmobiliaria en el mercado doméstico.
Entre los sectores que mayor interés despertaron a lo largo de 2024, destaca el coliving y flex living que acumularon 630 millones de euros en transacciones y que hacen de España el destino más popular para la inversión en esta tipología de activos. En concreto, el coliving ha pasado de 2.000 camas en 2020 a una previsión de más de 20.000 para 2025, según datos de la consultora CBRE. También hay previsiones para el flex living: el número de camas ascenderá hasta 26.776 unidades hasta 2027, frente a las 11.885 camas operativas en 2024.
El segmento de las residencias de estudiantes también presenta un importante crecimiento en España. Al interés que despiertan ciudades como Madrid y Barcelona, entre las diez primeras ciudades del ranking europeo, a las que se ha añadido Valencia, entre las 50 primeras. Con una media de 6.500 camas al año desde 2020, según el último informe de la consultora Savills sobre residencias de estudiantes en España, a nivel global había un total de 116.000 plazas al cierre de 2024, un 8% más que 2023, repartidas en aproximadamente 876 residencias. La consultora detalla el recorrido de inversión en este segmento como solución habitacional en ciudades con escasez de oferta en el mercado de vivienda en alquiler se mantiene al alza.
España, demanda y rentabilidad
España se ha convertido en un mercado atractivo para el inversor que busca buenos niveles de rentabilidad y se ha convertido en el segundo país donde más creció la inversión en vivienda compartida y de alquiler flexible. En el periodo 2020-2024 la inversión ha aumentado un 87%, situando a España solo por detrás de Italia, donde se incrementó un 118%, de acuerdo a los datos del informe Global Living Investment Universe 2025 de la consultora inmobiliaria JLL. Los protagonistas de este avance fueron los inversores extranjeros, que abocaron en el sector el 70% de los recursos que captó, cifras solo superadas por Irlanda, Australia, Dinamarca y Finlandia. La experiencia del capital foráneo y "su capacidad de inversión y desarrollo de nuevas tipologías de activos repercute beneficiosamente en el mercado local y permitirá aliviar la tensión sobre la oferta” del sector de la vivienda, según opina Paola Erhardt, directora de Living de JLL España.
Por origen del capital, los inversores estadounidenses son la principal fuerza impulsora del segmento Living, ya que aportaron dos tercios del capital invertido en los principales mercados mundiales en los últimos cinco años. Si bien la inmensa mayoría de este capital se invirtió en operaciones dentro de las fronteras estadounidenses, el 11% se destinó a operaciones otros países, principalmente en Reino Unido, Alemania y España.
Las perspectivas de la consultora JLL son favorables para 2025. Los pronósticos apunta a que la inversión en el sector living en España supere los 4.000 millones de euros, lo que supondría un incremento cercano al 43% respecto a 2024.
Madrid y Barcelona ya tienen competencia
En el mismo sentido, el estudio Spain Living Investor Survey 2025, elaborado por la también consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield, aporta otro dato interesante: un cambio en los mapas de interés. Es decir, aunque Madrid y Barcelona siguen siendo polos de atracción de la inversión, crece el protagonismo de ciudades como Valencia, Málaga, Sevilla o Bilbao, que reúnen dinamismo económico, calidad de vida y oportunidades de desarrollo.