En un mercado laboral cada vez más digital e incierto, la llegada de un mensaje de texto con una oferta de trabajo tentadora puede ser un rayo de esperanza. Sin embargo, esa supuesta oportunidad es, con frecuencia, la puerta de entrada a una sofisticada estafa. Los expertos alertan sobre este fenómeno creciente, y su análisis sirve como base para una mirada más profunda a un problema que afecta a miles de personas.

La estafa, conocida como phishing laboral, opera de forma sencilla pero tremendamente efectiva. Los ciberdelincuentes envían masivamente SMS o mensajes por aplicaciones como WhatsApp o Telegram, imitando la identidad de portales de empleo de enorme popularidad como InfoJobs, Indeed o LinkedIn. El mensaje, urgente y atractivo, invita al receptor a hacer clic en un enlace acortado para postularse a una vacante con condiciones excepcionalmente buenas: horarios flexibles, teletrabajo completo y sueldos por encima de la media.

El enlace no conduce a la web legítima, sino a una página fraudulenta, una "web espejo" diseñada con todo lujo de detalles para parecer idéntica a la original. Es en este momento cuando el usuario, confiado, introduce sus credenciales (e-mail y contraseña). En cuestión de segundos, los estafadores han robado sus datos de acceso a su cuenta real de empleo. El peligro inmediato no es solamente que suplanten la identidad del usuario en el portal de empleo.

El verdadero riesgo, amplían los expertos, es la suplantación de identidad a gran escala y el acceso en cascada. La mayoría de las personas reutilizan contraseñas para múltiples servicios y una vez que los delincuentes tienen el correo y la clave de una cuenta, lo primero que hacen es probar esa misma combinación para acceder al correo personal, la banca online, las redes sociales y cualquier otro servicio sensible. El robo de una cuenta de empleo puede ser la llave maestra para vaciar una cuenta bancaria o cometer fraudes en otro nombre.

Más allá de las básicas, la protección exige adoptar hábitos digitales proactivos:

-Verificación directa. Si recibe un SMS de una empresa que conoce, nunca se debe hacer clic en el enlace. Abra manualmente su navegador y escriba la dirección web oficial del portal de empleo o acceda a través de su aplicación oficial para comprobar si la oferta existe realmente.

-Activar la verificación en dos pasos. Este es el escudo más efectivo. Aunque roben una contraseña, los ladrones necesitarán un código adicional (que llega a su móvil o aplicación de autenticación) para acceder. Es recomendable activar esta opción en todos los servicios, especialmente en el correo electrónico y los portales de empleo.

-Desconfiar de lo "demasiado bueno": Las ofertas con salarios desproporcionados para puestos no cualificados o que prometen ganancias exorbitantes por poco trabajo son, invariablemente, una estafa.

-Analizar una URL con ojo crítico. Las webs falsas suelen usar URL con errores sutiles.

-Denunciar. Si una persona es víctima de una estafa, se debe reportar el mensaje a su operadora de telefonía y presentar una denuncia ante los organismos competentes. Esto ayuda a desmantelar estas redes delictivas.

La caza de talento se ha convertido, paradójicamente, en una caza de incautos. La digitalización del mercado laboral trae consigo comodidad, pero también nuevos riesgos. La combinación de deseo, urgencia e ingeniería social es el cóctel perfecto para el fraude. En este panorama, la herramienta de defensa más poderosa no es tecnológica, sino humana: el escepticismo informado y la calma para verificar antes de clicar. La próxima vez que su móvil vibre con una oferta de ensueño, recuerde que si algo parece demasiado bueno para ser verdad, es muy probable que no lo sea.