El Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) solo intervino directamente en ocupar, de media, a un 7% de los trabajadores desocupados cada mes del año pasado. La cifra es bastante superior a la media del año anterior, cuando ayudó a colocar entre un 2 y un 6% (cifras oficiales en respuestas parlamentarias) de los demandantes de empleo inscritos en el SOC mensualmente, aunque fue un año de caída récord del paro por la recuperación pospandémica. Este 7% se alcanzó con un presupuesto también muy superior, de 1.321 millones de euros, un 73% por encima del año 2021, cuando el presupuesto fue de 760 millones, cifras facilitadas por el SOC, aunque no todo el dinero presupuestado se ejecuta en el mismo año según argumentan desde el organismo. El incremento fue debido sobre todo a los fondos europeos que recibió este órgano que depende de la Conselleria de Treball i Empresa, encabezada por Roger Torrent.
Según la web del Servei d'Ocupació de Catalunya, "crear puestos de trabajo y mejorar la calidad" son dos de los objetivos principales de este organismo, que es el que tiene transferidas las políticas de promoción laboral. Según su cartera de servicios, la orientación profesional y la gestión de la colocación en el mercado de trabajo son sus dos principales funciones. No las cumple. Según los datos oficiales en las cuales ha tenido acceso ON ECONOMIA, el mejor mes, entre enero y septiembre del año pasado, con respecto a colocaciones del SOC, fue en mayo, cuando consiguió un 9% de colocación. 41.000 personas obtuvieron trabajo a través de este servicio de los 417.966 parados.
En el mes de febrero, solo colocó a un 5% de trabajadores parados, es decir, en 26.224. En total, ayudó a encontrar trabajo a 304.476 personas en todo el año, un 38% de los 810.038 inscritos en el SOC que encontraron trabajo entre enero y septiembre. Teniendo en cuenta el presupuesto de 1.321 millones, costó 4.338 euros encontrar trabajo en cada cual de ellos (contando con que es su principal objetivo). Si contamos solo los 845 millones ejecutados, el coste fue de 2.775 euros por persona.
Cada uno de los 1.500 funcionarios, así pues, ayudó a encontrar trabajo a entre 17 y 27 personas cada mes, según estas cifras, cada mes. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que hace falta un técnico para cada 80 usuarios para dar un servicio personalizado, mientras que las ratios en Catalunya de las oficinas están entre los 500 y los 1.500 usuarios por técnico de media en función de la oficina y la tasa de paro, entre seis y 18 veces más. El SOC sufrió recortes entre los años 2010 y 2014, cuando el paro crecía en 300.000 personas, el SOC decrecía y perdía a 260 trabajadores. De cara a 2023, las incorporaciones de interinos y las convocatorias abiertas harán volver a los 2.000 trabajadores, todavía muy lejos, sin embargo, de las ratios recomendadas. Con esta plantilla y un paro de 351.288 personas, la tasa pasa a ser de un técnico por cada 175 inscritos.
Pero, más allá de los recortes, el SOC es un servicio que ha sufrido una gran rotación de directivos, superior incluso a la de los Gobiernos y Departamentos de los cuales dependía. En diez años, ha tenido siete directores diferentes. Juan José Torres, el actual, fue nombrado en septiembre del año pasado por el conseller de Treball y Empresa Roger Torrent (Esquerra), que había asumido el cargo unos meses antes. Solo había tenido un año y nueve meses para dirigir el organismo Ariadna Rectoret, que fue nombrada en enero de 2020 por el entonces Conseller de Asuntos Sociales y Trabajo Chakir El Homrani (Esquerra). Su antecesora, Mercè Garau, sí que pudo estar al frente del organismo durante cuatro años, desde que el año 2016 fuera nombrada por la consellera Dolors Bassa, también vinculada a Esquerra, que ya en aquel momento reconoció que se trataba de un servicio "muy mejorable".
Maria Carme Duch, su antecesora, solo pudo estar un año como directora del SOC, nombrada por el conseller Felip Puig (Junts), que sustituyó a Olga Campmany, nombrada por él mismo el año 2014, y Joan Aregio, también escogido por Puig el año 2013. Esther Sánchez había sido directora del SOC entre los años 2011 y 2013, a elección de Francesc Xavier Mena, conseller de Empresa del Gobierno de Artur Mas, cuando su partido todavía era Convergència Democràtica de Catalunya.
Una tasa "muy baja"
El director del SOC, Juan José Torres, reconoce que la ratio de inserción directa del SOC es "muy baja", aunque ellos cuentan con una tasa más elevada a partir del criterio del SEPE, del 17%, mayor que la que su Departamento proporcionó en respuesta parlamentaria. Cree que "es fundamental que las empresas inscriban las ofertas, porque si no no puedes hacer intermediación" y eso tiene que empezar a suceder con la nueva Ley de Trabajo aprobada el pasado mes de febrero, y con el nuevo proyecto Soc Empresa. "Si cada empresa tiene su sistema de contratación, publican las ofertas en Infojobs, pero no en el SOC, es difícil que podamos hacer el proceso de intermediación, por eso nos acabamos enfocando más a orientar y a formar a los trabajadores. Pero hacemos un llamamiento a las empresas para que nos utilicen como puerta de entrada a las ofertas", añade Torres.
Desde Comisiones Obreras, Ricard Bellera, secretario de Trabajo y Economía y miembro del consejo de dirección del SOC, alerta de que "el grado de satisfacción de los usuarios del SOC es bajísimo" y cree que "tendrían que dedicarse a ver qué programas les funcionan y cuáles no" ya que "se dedica mucho a gestionar y ejecutar los fondos que tiene pero tiene poca capacidad por transformar y optimizar el sistema". Bellera cree que el SOC, que tiene un "muy buen equipo", tiene que centrarse en que "una persona desocupada necesita acompañamiento y confianza" y cree que el primer paso para mejorar el sistema es ofrecer este acompañamiento. "El SOC tiene muy buena información, porque tiene una copia de todos los contratos que se firman en Catalunya. Con eso, si optimizara la tecnología podría llegar mucho más lejos", añade. Y finalmente coincide con Torres que hace falta mayor implicación de las empresas y espera que las nuevas leyes que obligan a registrar las vacantes ayude a mejorarlo. "Existe una gran discriminación con las personas mayores al mercado de Trabajo y es ilegal. Si ahora, cuando publiquen la vacante, piden personal menor de cierta edad, las autoridades podrán intervenir", añade.
Si la ratio de colocación del año 2022 fue baja, la del año 2021 fue todavía peor, sobre todo teniendo en cuenta que fue un año que el paro cayó en picado. El paro cayó del 12,90% de principios de año al 10,16% con el cual cerró el cuarto trimestre. Según el informe del propio SOY, el año empezó con 1.303.381 inscritos como demandantes de empleo y cerró con 527.425. Del total de 1.372.840 colocaciones que se produjeron durante todo este año entre los inscritos en el SOC, solo una de cada cuatro, 348.550, lo hicieron con la participación directa del SOC.
Desde la oposición al Gobierno, el PSC ha pedido en varias ocasiones un plan para rebajar las ratios del SOC y mejorar la eficiencia. Cuestionan, además, una ejecución presupuestaria que según defienden fuentes socialistas con informes internos fue de entre el 39 y el 55% entre 2017 y 2021. Desde el SOC niegan estas acusaciones y argumentan que "los proyectos del SOC no son anuales y, por lo tanto, se pueden comprometer un año y, aunque no se gasten aquel mismo año, ya están adjudicados para el año siguiente". Así, el año 2020 se ejecutó un 50,9% de los 633 millones presupuestados, reconocen, pero el 91,16% estaba comprometido. El año 2021, se ejecutó solo un 46,71% de los 760 millones, pero un 85,87% fue adjudicado y comprometido. El año pasado, se gastó un 64,84% de los 1.321 millones de presupuesto, pero un 87,93% estaba comprometido, según explican desde el Servei de Ocupació de Catalunya.
El baile de cifras aclara algunas dudas, pero no acaba de confirmar que se gaste idóneamente todo lo que se presupuesta. Los resultados del servicio tampoco lo demuestran. Además, los últimos presupuestos disponibles en la web de Pressupostos Oberts de la Generalitat, los de 2020, muestran una inejecución del 24,6% en políticas de fomento de la ocupación y, dentro de la misma partida, un 33,9% de inejecución de las políticas de ocupabilidad.
De los 1.321 millones presupuestados el año pasado, solo 100 millones, menos del 10%, fueron a los sueldos de una plantilla de 1.540 personas fijas. De cara a 2023, parte de las 491 personas que eran interinas o contratadas por programas pasan a una plantilla que ahora es de 2.016 personas, por encima de los que estaba el año 2010. Los parados, sin embargo, ahora son mucho menos, 351.288 a inicios del mes de marzo, la cifra más baja en un mes de febrero desde el año 2008. Habrá que ver si el SOC tiene un papel un poco más importante en su búsqueda de trabajo.