Cada español consume 16,5 kilos de platos preparados al año. La demanda mantiene la tendencia alcista de la última década y se consolida después del gran salto que dio durante 2020, con los hogares padeciendo las restricciones a la movilidad a causa de la pandemia. La Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (ASEFAPRE), que representa a los principales fabricantes del sector, lo atribuye al hecho de que los platos preparados han sabido dar respuesta a las necesidades de los consumidores con una innovadora propuesta saludable, sabrosa y adaptada a los distintos estilos de vida.

En 2022, las ventas que más subieron en valor fueron las de los productos refrigerados (11,1%), suponiendo el 48% del volumen total de platos preparados consumidos en 2022 y presentando un crecimiento interanual del 3,6%. De estos, fueron los más populares los elaborados con base de pescado y arroz y la tortilla de patata, cuya demanda creció un 26%.

Le siguieron los congelados (8,6%), con un aumento del 2,6%, acaparando el 38% de las ventas, y con las alternativas vegetales presentando el mayor incremento (25%), seguida de los preparados con base de patata (12,5%).

Finalmente, aquellos platos que pueden mantenerse a temperatura ambiente (16%), representaron el 14% de las ventas totales, registrando el mayor crecimiento (6,2%) en términos relativos, con un peso importante de la demanda para aquellos que tienen como base la pasta y el arroz.

364 toneladas al día de pizza

La pizza, tanto en su versión congelada como refrigerada, sigue siendo otra de las opciones preferidas por los hogares españoles que consumieron 132.876 toneladas durante el año pasado o, lo que es lo mismo, 364 toneladas al día.

En el proceso de adaptación a los gustos del consumidor y a los requerimientos nutricionales, la industria de platos preparados española ha reforzado su compromiso con la salud, logrando una reducción mínima del 10% en la proporción de sal contenida en croquetas, empanadillas, canelones y lasañas, nuggets, anillas y derivados del surimi. Igualmente, se han reducido otro 10% las grasas saturadas en los nuggets de pollo, según información de ASEFAPRE.

Según la asociación, estos cambios en la receta se han introducido manteniendo el sabor y la textura de los alimentos; de cara al futuro, esta industria sigue trabajando para disminuir estos componentes y ofrecer productos más saludables a los consumidores. Desde la asociación también han señalado que los platos listos para consumir que venden los supermercados “también están dentro de las categorías” que fabrica la industria española de platos preparados.

El negocio del conjunto del sector creció un 10,9% en 2022, respecto al año previo, con una factura que superó los 3.892 millones de euros, en consonancia con un consumo que también aumentó un 3,5% en España, hasta acercarse a las 683.000 toneladas. En el caso de ASEFAPRE, las 17 compañías adscritas a la asociación han alcanzado las 255.821 toneladas, un 1,5% superior a la registrada en 2021. Casi una quinta parte de esta producción, el 18,83%, se destina a la exportación, un nicho de ventas que ha aumentado un 6,52% y roza ya las 48.170 toneladas. Los principales países de destino son Portugal, Francia, Arabia Saudí, Estados Unidos y Países Bajos.

La industria agrupada en la asociación emplea a más de 5.000 trabajadores, pertenecientes a las firmas Angulas Aguinaga, Alfrío, Audens Food, Benetan, Congalsa, Eurofrits, Findus, Fripozo, McCain, Maheso, Ortola, Palacios, Pescanova, Platos Tradicionales, Unilever Spain, Nueva Cocina Mediterránea y Yatecomeré. La mayoría del empleo responde a contratos de trabajo fijos; el 46% de los empleos están desempeñados por mujeres; el 34% de la plantilla tiene entre 40 y 50 años, y un 28% supera esta edad.

El secretario general de la asociación, Álvaro Aguilar, argumenta que los datos ponen de manifiesto el grado de aceptación de la oferta de la industria española de platos preparados a escala internacional, y ratifican que la capacidad de innovación está dando sus frutos para atender las diferencias tendencias de consumo.

En este sentido, las compañías innovan para desarrollar nuevos productos y formatos que se adapten tanto al día a día de los consumidores como a las últimas tendencias de alimentación, según fuentes de la asociación. Insisten también en la labor para incrementar la sostenibilidad en los procesos, mediante la certificación medioambiental en materia de reducción de emisiones, residuos, consumo racional del agua y conservación del ecosistema.