La patronal catalana Pimec ha informado de que llevará su oposición a la reducción de la jornada laboral en el Congreso de los Diputados, donde se reunirá con los principales grupos parlamentarios para trasladar que la medida supondrá "un incremento sostenible de los costes laborales para las pymes, especialmente las microempresas y los sectores con más dificultades para aplicarla," ha dicho al presidente de Pimec, Antoni Cañete. Ha dicho además que la medida "no responde a la realidad económica ni al contexto actual de las empresas, caracterizado por una elevada incertidumbre y el impacto de una guerra arancelaria que pone en riesgo la competitividad."
El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, manifestó también su oposición a la medida a la Reunión del Círculo el lunes. Dijo que la reducción de jornada era "la peor decisión tomada en democracia" y "una bomba de relojería" para las empresas. Estimó que tendría un impacto de 23.000 millones para las empresas.
La Cecot, patronal que representa 45.000 empresas, ha puesto el foco al pedir en Junts una enmienda a la totalidad en sede parlamentaria, ya que de su voto depende de que saque adelante la medida. El presidente, Xavier Panés, ha asegurado que "no se puede imponer una medida, fuera del marco del diálogo social, que afecta directamente empresas y trabajadores." "Y menos cuando la afectación en autónomos y pymes es de una magnitud que no es comparable ni con el sector público, ni con las grandes empresas. Hace falta que se aborde desde el mismo marco de negociación colectiva entre patronales y sindicatos que ha garantizado la estabilidad económica y social las últimas décadas", ha añadido.
"Desde la Cecot estamos pidiendo a los grupos políticos con representación parlamentaria que no den apoyo a la propuesta impulsada por el ministerio de Trabajo y, si hace falta, se enmiende la totalidad de la propuesta con el único objetivo: que retorne al marco del diálogo social y las mesas de negociación colectiva de donde no se tendría que haber marchado nunca", ha dicho Panés, que ha recordado que así le manifestaron al presidente de Junts, Caerles Puigdemont, en un encuentro en Bruselas el pasado mes de febrero.
"Es importante destacar que en la Cecot no estamos cuestionando la reducción de jornada per se, de hecho hace décadas que pactamos con los sindicatos reducciones de jornadas mediante los convenios colectivos y de empresa", insiste el presidente de la Cecot. "En estos pactos se tienen en cuenta factores como la dimensión, el sector, la actividad y un calendario con plazos acordados que permiten planificar e implementar de manera consensuada," ha añadido Panés.
La Cecot calcula que los costes laborales subirán entre un 6 y un 7% a los cuales se tiene que sumar un 18% desde 2019, y que "afectará a la viabilidad de pequeñas empresas". La patronal ha destacado que el 84,7% de empresas de Catalunya tienen entre uno y 49 trabajadores y que las empresas mayores están protegidas por los convenios de empresa.
En su oposición a la medida, Pimec critica también que el texto "no incorpora mecanismos esenciales para la gestión flexible de la jornada laboral, como la distribución irregular o las horas extraordinarias, y denuncia que se ignore la necesidad de adaptar las políticas laborales a la dimensión empresarial". La entidad también alerta sobre "el endurecimiento del régimen sancionador y las nuevas exigencias en materia de desconexión digital, que afectan especialmente las empresas más pequeñas."
Pimec critica que la medida "ha sido aprobada al margen del diálogo social" y pide un consenso "que impulse políticas reales de productividad, formación y reducción del absentismo".
Las patronales catalanas están también alineadas con la española CEOE. Su presidente, Antonio Garamendi, dijo que la reducción de jornada crea "un clima de descalificación a las empresas". Y aseguró e declaraciones a Telecinco que cree que la medida no se aprobará. "Creo que no, porque los veo muy nerviosos", dijo el lunes.
Los sindicatos CCOO y UGT de Cataluña, en cambio, han celebrado la aprobación del proyecto de ley de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales porque, en su opinión, "mejorará" las condiciones de vida de los trabajadores e instan a Junts y ERC a apoyar la medida.