Un día después de que el Consejo Europeo mostrara en un estudio que Barcelona y Madrid son las capitales europeas que más esfuerzo destinan a los alquileres (un 74%) solo superadas por Lisboa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido a Europa que intervenga en el marco de la misma cumbre de los 27. Ha propuesto que la Unión Europea cree un fondo público para la construcción de vivienda protegida y medidas para frenar la compra de las viviendas que no estén destinadas a uso residencial. 

"Estamos hablando de un problema europeo, el problema de la imposibilidad de acceder a una vivienda por parte de los jóvenes y no tan jóvenes y es algo que comparten un español, un italiano, un francés o un alemán", ha dicho Sánchez, que ha destacado también la importancia del diálogo del presidente del Consejo, António Costa, con un grupo de alcaldes del que forma parte el de Barcelona, Jaume Collboni. 

Se trata de la primera vez que el Consejo Europeo debate sobre vivienda. "Pediremos, en primer lugar, que desde Europa se articulen medidas legales para que podamos poner freno a la compra de vivienda para uso no residencial", ha dicho. "En segundo lugar, que nos den en el ámbito europeo palancas para que podamos actuar en las zonas tensionadas donde vemos que está subiendo el precio de la vivienda por la presión del turismo", ha añadido. Y ha concluido: "Y finalmente, que se habilite un fondo para la construcción de vivienda protegida en el ámbito europeo". 

Solo Lisboa superaba a las capitales española y catalana en porcentaje de los sueldos para pagar el alquiler, con un 116% de los salarios. Por detrás están Milán, con un 72%, Roma (65%), Atenas (57%) y Varsovia (56%). Entre las ciudades que destinan menos de la mitad del salario al alquiler están Luxemburgo y Frankfurt (34%), Helsinki (35%), Viena (37%) o Bruselas y Berlín (40%).

El Consejo Europeo ha contado con la presencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el presidente de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi. Más allá de vivienda, se ha debatido sobre las guerras de Ucrania y Palestina, transición digital, transición energética y también sobre el aumento de los presupuestos en Defensa. En este aspecto Sánchez juega un papel incómodo, ya que se ha enfrentado al presidente de los Estados Unidos Donald Trump al oponerse al 5% del PIB que exige.   

Justo estos días, Trump ha acusado a España de "no jugar en equipo" y Sánchez le ha respondido que "sabe que cumplimos nuestros compromisos" en un intento de bajar la tensión que hace en solitario porque el resto de países europeos de la OTAN sí que cumplirán con los objetivos marcados por la OTAN. 

"Somos un país fiable, que cumple con los compromisos. Hemos llegado a un acuerdo en materia de capacidades, que realmente es lo importante. En estos parámetros no nos moveremos", ha dicho Sánchez, aunque el principal líder de la OTAN, Mark Rutte, defiende que España no puede alcanzar los objetivos con tan solo un 3,5% en vez de un 5% del PIB gastado en defensa y armamento.