Desde juguetes hasta hilo para coser, pasando por calcetines, cargadores de móvil o incluso flores de plástico. A principios de los 2000 empezaron a proliferar en toda España aquellos comercios con gran variedad de productos, precios económicos y regentados por chinos, los míticos bazares. Dos décadas más tarde, y con la competencia de las grandes superficies y el comercio electrónico en auge, los propietarios de estos establecimientos empiezan a virar sus negocios hacia el sector servicios, abandonando el perfil tradicional que habían desarrollado desde que llegaron a España.

¿Acabarán desapareciendo realmente los bazares? ¿Los chinos se están marchando masivamente de España? ¿Qué saben ellos que no sabemos el resto? Estas tres preguntas --y algunas de otras similares-- se han empezado a hacer virales en el último mes, sobre todo después de que en las Islas Baleares cerraran un par de establecimientos. Y es que, a principios de abril, en las redes sociales empezaron a aparecer vídeos especulativos sobre el motivo por el cual los chinos estaban cerrando sus comercios.

Uno de los primeros en pronunciarse ante estas noticias fue Fang Ji, presidente de la Asociación China en las Islas Baleares (Achinib), quien asegura que el número de comercios chinos que han cerrado "representan un pequeño porcentaje" del total que hay en las islas. "Hay tres o cuatro que están en liquidación. Es una cosa muy normal que ya ha pasado otros años", añade. En este sentido, y sobre las causas de los cierres, Ji afirma que la "inflación, el incremento de los costes del alquiler y suministros, los cambios de hábito de consumo y el auge de las compras en línea han afectado a los pequeños comercios". Además, el presidente del Achinib habla de "motivos personales" o "reorientación de los modelos de negocio" de estos empresarios.

Reinvención y diversificación

En una línea similar opina Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), que confirma que, ante la desaparición del pequeño comercio tradicional, que ha afectado también a los negocios de autónomos de origen chino, "estos se han visto obligados a readaptarse y reinventarse. En lugar de seguir con la misma fórmula, han sabido orientar sus esfuerzos hacia el sector servicios, que ahora es el principal ámbito donde están consolidándose las nuevas actividades económicas".

"Ante los recientes rumores que apuntan a una supuesta salida masiva de los chinos del país, lo que está ocurriendo es un proceso de reinvención y diversificación". Así, los chinos están dejando de lado los bazares para centrarse en establecimientos más especializados como salones de belleza, tiendas de moda y complementos, comercios tecnológicos o bares, restaurantes de tapas o marisquerías, agencias de viajes o asesorías.

De hecho, Lam Chuen Ping, presidente de la Federación de Asociaciones de Chinos de Catalunya, resume lo que dicen tanto Ji como Abad, que todo son rumores y especulaciones. "La situación es estable, las ventas también y se ha hecho una bola de nieve de la nada".

La organización de Profesionales y Trabajadores Autónomos se reafirma con el resto y señala que los negocios chinos, al igual que los nacionales, se han visto afectados por la subida de los precios, el aumento de los costes del alquiler y de los suministros y los cambios en el patrón del consumo derivados del auge del comercio online. "Estos factores también impactan en los negocios regentados por ciudadanos chinos, que en la actualidad se están adaptando a las nuevas necesidades del mercado y diversificando sus negocios. Lejos de desaparecer, los negocios chinos están evolucionando", subrayan desde UPTA.

¿Es verdad que los chinos se están marchando de España?

¿Y sobre el rumor que vuelven a China? Las cifras hablan por sí solas. Los datos del INE muestran que la población china creció en más de 6.700 personas en España el año 2024, pasando de las 219.929 el año 2023 a los 226.718 ciudadanos chinos en España el año 2024.

Finalmente, y según el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, la comunidad china en España es, actualmente, la más predominante en RETA, ya que un 14% de los afiliados extranjeros son de procedencia china, con 66.515 trabajadores. Además, más de la mitad de los ciudadanos chinos en edad laboral (55%) son emprendedores, en comparación con el 45% que trabajan como asalariados en el Régimen General de la Seguridad Social. Así, la china es la única nacionalidad que tiene más trabajadores autónomos que empleados por cuenta ajena en España.