En la Reforma de la Seguridad Social, el anterior ministro José Luis Escrivá intentó ampliar el número de años para establecer la base reguladora que se utiliza para determinar la pensión. Entonces, el ministro habló de elevar de los actuales 25 años (300 meses) de cotización a 30 años, una idea que no gusta a los sindicatos, pues en términos generales implica una reducción de la nómina que cobrará el pensionista. ¿Por qué? Pues porque hace 30 años, los salarios eran muy inferiores, por lo que computarlos hace bajar la media de la base reguladora. Es un viejo axioma entre los expertos laborales: a más años computados, menor será la base reguladora y, por tanto, la pensión.
No obstante, este axioma no se puede aplicar de forma generalizada. El edadismo, que supone un cierto perjuicio contra los más mayores en el mercado laboral, hace que muchos trabajadores pierdan sus empleos con 50 o 55 años y que su vuelta al mercado laboral será, con seguridad, con un salario inferior al que perdió. En este caso, alargar los años de cotización que se computarán para calcular la base reguladora es una buena noticia, pues deja a un lado los últimos años de cotización -con salarios más bajos- y suma más de los antiguos, con una mayor nómina.
Pero Escrivá no consiguió exactamente lo que pretendía y tuvo que buscar una fórmula intermedia que no suponía aumentar, sin más, los años de cotización en el cálculo de la base reguladora. Así, el 1 de enero de 2026 entra en vigor un nuevo método de cálculo de la base reguladora que tendrá un implemento progresivo mediante un periodo transitorio. Se establecen dos fórmulas para determinar la base reguladora:
- Los últimos 25 años cotizados, como se hace en la actualidad.
- En 2037, tras un periodo transitorio, se ampliará de 25 a 29, pero con la peculiaridad de dejar fuera los dos caños con cotizaciones más bajas.
Un cambio progresivo, pues desde el próximo año hasta 2037 (cuando se complete el proceso) se irá subiendo el número de meses considerados, a razón de 4 meses más por cada año.
Por tanto, para los que se jubilen en 2026, la base reguladora de la pensión será:
Eso significa que el año que viene, ya no se computan 300 meses (equivalentes a 25 años), sino 304 meses, dejando fuera los dos meses con menores cotizaciones. Y en 2027, se usarán 308 meses, dejando fuera cuatro; en 2028, se calcularán sobre los 312 últimos meses, excluyendo los seis de menor cotización y, así, sucesivamente.
Decisión de la Seguridad Social
Sin embargo, la decisión no es voluntaria, es decir, la persona que se va a jubilar no tiene que ponerse a hacer cálculos y decidir qué opción le gusta más. Las cuentas las harán los ordenadores de la Seguridad Social que elegirán automática la opción que sea más ventajosa para el trabajador que dé el salto a la jubilación.