Un análisis detallado sobre cómo han evolucionado los márgenes empresariales a través de la información disponible de la Central de Balances del Banco de España constata que, en términos agregados, las empresas no han trasladado a los precios de venta el aumento que han sufrido de sus costes de producción. La evaluación de los datos lo ha hecho los expertos de la patronal Foment del Treball que han verificado que si bien los márgenes empresariales se recuperaron en el 2021 como consecuencia, esencialmente, de la recuperación económica, el año pasado el margen sobre ventas se redujo, ha explicado el director de Economía de Foment, Salvador Guillermo.

Coincidiendo con la presentación del último informe de coyuntura económica, los técnicos de la patronal han revisado la estadística de la Central de Balances del Banco de España, que recogen una progresión de los últimos 25 años (desde 1996), donde el crecimiento de los márgenes empresariales únicamente superó el aumento de la partida de sueldos y salarios en 4 años, todos ellos, ejercicios en que la economía se estaba recuperando de una recesión, hecho que demuestra que normalmente los márgenes empresariales, al ser una renta residual, sufren de forma más significativa los vaivenes de la coyuntura económica.

Con respecto al actual contexto económico, la organización empresarial prevé que la economía reanude a partir del segundo trimestre de este año un crecimiento moderado similar al de antes de la pandemia. Sin embargo, Foment ha mostrado su preocupación por la negativa evolución de la industria catalana en términos de PIB y también ha apuntado que las exportaciones catalanas se han mostrado menos dinámicas que el conjunto del Estado. Consideran probable que en los próximos meses pueda darse una reducción de la generalizada incertidumbre y que eso permita una prognosis más afinada de las perspectivas, que todo indica a una recuperación suave, no exenta de problemas estructurales, como el bajo crecimiento de la productividad, o de niveles elevados de precios en los próximos meses, entre otros.

No estamos ante una fase recesiva del ciclo, sino ante un crecimiento relativamente más moderado, pero sostenido en el tiempo, advierten desde Foment. Eso, basándose en los datos de los organismos internacionales, cuantifican un crecimiento global del 3,4% en el 2022 y un crecimiento un poco más moderado en el 2023, del 2,9% y mantienen esta misma senda de cara al 2024, de un crecimiento del 3,0%. En concreto, en el 2023 tendría que ser un "año de transición" por intentar situar la inflación en el 2024 en el 2%, pero todo eso, ha dicho Salvador Guillermo, "siempre que no se produzcan efectos de segunda ronda". Hay que aclarar que se entiende por efecto de segunda ronda el fenómeno económico en que la inflación en una economía se propaga a través de incrementos de los precios de los bienes intermedios y los salarios, de manera que al aumentar los salarios vuelven a subirse los precios, por ejemplo.

Se destaca el fuerte impulso que ha tenido el empleo, según el EPA. El 82% provienen de la variación del empleo en el sector privado. "Tenemos que reiterar la capacidad de generación de empleos por parte de las empresas", ha insistido Guillermo. Si nos acercamos a los últimos datos, en este caso en variaciones mensuales, tanto de la afiliación como del paro registrado, se constata un menor ritmo de crecimiento en el empleo en los últimos meses o una reducción menos intensa del paro en España, lo que refleja este proceso de ralentización que estamos sufriendo. No obstante, a diferencia de los años anteriores en los cuales se ha producido una fuerte caída del empleo y una vigorosa recuperación en los años siguientes después de la Covid, las estimaciones que se realiza tanto por el Banco de España y otras instituciones en el caso de España sitúan la coyuntura ante pequeñas variaciones la tasa de paro por lo que presumiblemente el mercado de trabajo pierda vigor en los próximos trimestres.