Catalunya va en camino de compensar, al menos en parte, su retraso en energías renovables con un gran despliegue de baterías. Es el territorio que más proyectos y MW tiene en tramitación de todo el Estado, con 1.530 MW gracias a los 977 MW que tramita la Generalitat y los 553 de proyectos de más de 100 MW que tramita el ministerio de Transición Ecológica, según datos facilitados por la Dirección General de Energía.
En toda España, según los datos de Red Eléctrica, hay 16.446 MW de baterías en camino, entre los 3.174 que ya tienen permisos y los 13.292 que están en tramitación.
De los 103 proyectos en tramitación en Catalunya, 6 son tramitados por el ministerio hasta una potencia de 553 MW y 97 los tramita la Generalitat con una potencia total de 977,2. En la provincia de Barcelona se proyectan 74 instalaciones por el Govern, con 878 MW de potencia, y dos del ministerio, con 101,9 MW, el mayor de ellos en Terrassa.
En la provincia de Girona hay 5 proyectos de la Generalitat con 25 MW y 4 del ministerio, con 451,18 MW. En esta demarcación están algunos de los complejos de baterías más potentes, como el de Lagerung, de 101,8 MW, o Tajo Energy, de 150 MW, y La Farga Bess, de 148 MW.
En Tarragona hay 16 proyectos de tramitación autonómica que llegan a 73,15 MW y en Lleida dos más que a duras penas superan 1 MW.

Catalunya, según los últimos datos, tiene 1.406 MW de energía eólica y 90 MW de fotovoltaica en servicio, de forma que ya tramita bastantes baterías para almacenar casi todas las renovables que tiene instaladas. No será así porque, paralelamente, hay 1.300 MW fotovoltaicos y 566 eólicos en tramitación en Catalunya. Sin embargo, en cualquier caso, teniendo en cuenta que es una tecnología que justo entra en el sistema, su ritmo de tramitación es mucho más rápido que los generadores renovables, en parte porque requieren menos espacio y generan menos controversia, y también porque las baterías de hibridación se instalan allí donde ya están los parques y no les hacen falta tantas autorizaciones.
Las baterías 'stand alone' almacenan la energía renovable que no se consume en la red cuando hay exceso de producción, mientras que las baterías de hibridación están conectadas en plantas fotovoltaicas o eólicas y guardan el exceso de producción para poder consumirlas cuando no hay viento o sol, es decir, cuando no hay producción fotovoltaica ni eólica. De los 103 proyectos en tramitación en Catalunya, 96 son stand alone y 7 hibridadas.
La caída de los precios de las baterías de almacenaje en los últimos años y la aprobación de marcos normativos para regular su actividad han desencallado esta tecnología que, además, tiene que tener un papel importante para evitar futuros apagones y dotar de estabilidad a la red. Ante la volatilidad de la producción renovable, las baterías pueden aportar inercia y control de tensión a la red, que necesita en todo momento producir la misma cantidad de electricidad que se consume.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estableció el año pasado que las baterías pueden inyectar energía a la red entre medianoche y las 11 de la mañana y de las 18 horas a medianoche, mientras que pueden absorber energía de la red entre las 00h y las 07:59 y desde las 11h hasta las 17h59.
El pasado mes de junio, Catalunya aprobó su propio decreto-ley para regular e incentivar a las baterías, que considera de interés público superior, de forma que se agiliza su tramitación, de la misma manera que lo serán también los parques eólicos y fotovoltaicos.