El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, mantiene que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, “se ha saltado a la torera el diálogo social” con la ley de reducción de la jornada laboral y con el registro horario. Afirma que “provoca y nos ha faltado al respeto” a los empresarios.
Sánchez Llibre ha aprovechado su intervención este martes en el World In Progress, promovido por el grupo PRISA, para cargar contra Yolanda Díaz y lanzar una defensa de la necesidad de la industria nuclear.
Ha declarado que “una parte” del Gobierno ve a los empresarios como “presuntos delincuentes”. Y ha pedido “respeto” hacia el empresario. Ha indicado que, después de que no se aprobara en el Congreso la reducción de la jornada semanal a 37,5 horas, “ahora se pretende implantar, mediante el Real Decreto, una plataforma digital para monitorizar el tiempo de trabajo en detalle”.
Para el presidente de Foment, “esto sustituye confianza y responsabilidad por desconfianza e intervencionismo, y convertiría la Inspección en un gran ojo que controla minuto a minuto la actividad interna”. Sánchez Llibre ha subrayado que “esto no lo podemos aceptar; los cambios laborales se deben abordar en la negociación colectiva, como siempre se ha hecho”.
Sin embargo, si bien ha puesto de manifiesto su disconformidad con la ministra de Trabajo, también ha destacado el "buen tono relacional". Ha insistido en que el diálogo social ha dado "grandes frutos" en los pactos entre sindicatos, empresarios y el ejecutivo.
Energía nuclear
Sobre el debate de la energía en Catalunya, Sánchez Llibre ha dicho que no entiende cómo el Govern, en este caso por cuestiones ideológicas, “va en la dirección contraria de lo que están haciendo muchísimos países de la Unión Europea”. Ha advertido que se corre el riesgo de sufrir “un apagón industrial” en 2030 si no se mantiene el ciclo útil de las centrales nucleares españolas.
El presidente de Foment ha indicado que España debería hacer una reflexión importante y dejar de lado “cuestiones ideológicas” para plantear “soluciones” para utilizar energía nuclear, mientras no se disponga de “las energías renovables suficientes que puedan permitir un mix eléctrico sostenible” y completar el necesario proceso de descarbonización.
En un comunicado, Foment recuerda que, según el Institut d’Energia de Catalunya, actualmente el 60% de la energía industrial que consumen las empresas procede de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós (Tarragona). Añaden que, para poder suplir esta energía nuclear, en 2030 se debería alcanzar la cuota total de 11.800 megavatios, una cifra que hoy en día “es imposible” de alcanzar para el líder patronal catalán.
En el mismo sentido, la Sociedad Nuclear Española (SNE) puso como ejemplo a seguir a Bélgica y Suecia, países que han modificado sus legislaciones con el objetivo de que puedan seguir operando sus centrales nucleares.