El Ibex-35 ha abierto la sesión de este viernes con una ligera bajada. Un 0,1% que, sin embargo, no ha conseguido hacerle perder la cota psicológica de los 16.000 puntos. En los primeros compases del día, hacia las 9h, el principal indicador del mercado español se situaba en los 16.027,5 puntos, en una jornada que se prevé de digestión y reacción a las decisiones políticas y a los numerosos resultados corporativos que han venido a la luz antes de la apertura.

La sombra alargada del Banco Central Europeo (BCE) sigue proyectándose sobre las plazas europeas. La decisión del organismo presidido por Christine Lagarde de mantener los tipos de interés inalterados por tercera vez consecutiva en el 2% parece haber enviado un mensaje de estabilidad, pero también de cautela.

Los inversores interpretan esta pausa como un reconocimiento de la fragilidad del escenario económico global, todavía lejos de recuperar su vitalidad prepandemia. La incertidumbre sobre cuánto se producirá el tan anhelado giro de la política monetaria hacia un alivio todavía supone un lastre para el ánimo inversor. La verdadera batalla, sin embargo, se ha librado esta mañana fuera del parqué, con la publicación de los resultados correspondientes a los nuevos primeros meses del año por parte de varias pesadas del selectivo. El panorama es, cuando menos, heterogéneo, reflejando las diferentes realidades sectoriales.

  • CaixaBank: La entidad financiera ha presentado unos resultados sólidos, con un beneficio de 4.397 millones de euros, un 3,5% superior al del periodo equivalente del año pasado. No obstante, el mercado la ha castigado con una caída del -2,28% en las primeras horas, una reacción típica cuando los resultados, aunque buenos, no superan las expectativas más optimistas de los analistas.
  • Unicaja: Por su parte, Unicaja se ha erigido en la gran protagonista de la sesión entre los valores bancarios. Su beneficio de 503 millones de euros (un incremento interanual del 11,5%) ha sido recibido con enorme entusiasmo, haciendo que sus acciones se apuntasen una revalorización del +2,13%, situándose como el valor más alcista del Ibex en la apertura.
  • Acerinox: El gigante del acero ofrece la instantánea más preocupante. La compañía ha cerrado el periodo con unas ganancias netas de tan solo 7 millones de euros, un susto que supone un descenso abismal del 96% respecto al año anterior. Esta cifra evidencia las fuertes tensiones en la cadena de suministro global y la fluctuación de los precios de las materias primas.
  • Mapfre: La aseguradora, en cambio, muestra una robusta salud. Su beneficio se ha disparado hasta los 829 millones de euros, un 26,8% más que en los nueve primeros meses de 2022, gracias a una sólida gestión y a un crecimiento en sus principales líneas de negocio.

Fuera del estricto marco de los resultados matutinos, el valor de Puig ha protagonizado una auténtica erupción, con una subida cercana al 9% sobre las 09:10 h. Este movimiento es la respuesta directa a la comunicación, realizada ayer con los mercados cerrados, de una facturación de 3.596,2 millones de euros hasta septiembre, un 7% superior a la del año anterior. La compañía, además, ha confirmado su confianza en el plan estratégico y ha reafirmado los objetivos marcados para 2025, una señal de solidez que los inversores han premiado sin dudar.

El escenario internacional también reclama su porción de atención. En Washington, el expresidente Donald Trump ha vuelto a sacudir la política estadounidense con un llamamiento a los senadores republicanos para que eliminen la táctica obstructora. Esta maniobra, una piedra angular del sistema político estadounidense, requiere actualmente una mayoría de tres quintas partes para aprobar la mayoría de las leyes. Su eliminación permitiría al partido que controla el Senado legislar con una mayoría simple, una posibilidad que genera una fuerte volatilidad política y que podría tener repercusiones en los mercados internacionales.

En el conjunto europeo, la apertura ha sido de signo mixto, reflejando la falta de una direccionalidad clara. Mientras la Bolsa de Milán avanzaba un tímido 0,05%, las plazas de Frankfurt (-0,19%), Londres (-0,18%) y París (-0,01%) navegaban en territorio negativo. En el ámbito de las materias primas, el petróleo Brent (referencia en Europa) retrocedía un 0,28%, situándose en 64,19 dólares el barril. Su homólogo norteamericano, el West Texas Intermediate (WTI), también cedía un 0,28%, hasta los 60,40 dólares. Estos movimientos sugieren una cierta calma en los mercados energéticos después de las fuertes oscilaciones de semanas anteriores.

Finalmente, en el mercado de divisas, el euro se mantiene en una posición defensiva frente a los dólares, con una cotización de 1,1561 USD/EUR. Mientras tanto, la confianza en la deuda española mejora ligeramente, con el rendimiento del bono a 10 años bajando hasta el 3,159%, un indicador que refleja un cierto retorno del gusto por el riesgo tras las incertidumbres de las semanas precedentes. La sesión se configura, pues, como un termómetro de la resistencia de la economía española. La capacidad del Ibex para sostenerse por encima de los 16.000 puntos, digiriendo resultados tan dispares, será la clave para entender el sentido de los próximos movimientos en un contexto europeo aún lleno de interrogantes.