Catalunya se erige como la comunidad autónoma líder en ocupación dentro del sector de la salud en España, con una bolsa de empleo que supera los 357.000 trabajadores y supone el 17,3% del total del país. Los datos, extraídos del último informe Mercado de trabajo en el sector de Salud de Randstad Research, pintan el mapa de una industria crítica, dominada por la mano de obra femenina y que se enfrenta a la urgente necesidad de rejuvenecer sus equipos y promover una mayor diversidad de género.

El análisis, que se nutre de cifras oficiales del INE, el SEPE y la Seguridad Social, desglosa el tejido productivo catalán: cerca de 240.000 profesionales se desempeñan en Actividades sanitarias (hospitales y centros de salud), más de 67.000 en Asistencia en establecimientos residenciales (residencias de mayores) y 50.000 en Actividades de servicios sociales sin alojamiento (atención domiciliaria).

La preeminencia catalana no oculta la fortaleza de otras comunidades. El ranking lo completan Andalucía, con 325.000 empleados; la Comunidad de Madrid, con 306.000; y la Comunitat Valenciana, con 190.000. En conjunto, estas cuatro regiones acaparan más de la mitad (57%) de todo el empleo del sector en España, lo que evidencia una cierta concentración geográfica de la actividad sanitaria y sociosanitaria en el territorio.

Uno de los hallazgos más contundentes del estudio es la abrumadora predominancia de la mujer en el sector. El 77,76% de los puestos están ocupados por mujeres, una cifra que duplica con creces la media del resto de sectores de la economía española (46,7%). Esta feminización es transversal: se mantiene muy alta en las actividades sanitarias (77%) y se dispara hasta el 86% tanto en las residencias como en los servicios sociales sin alojamiento.

Ante esta realidad, desde Randstad se plantea la necesidad de un reequilibrio. Gloria Jam, responsable comercial del sector salud de la empresa, argumenta que "la equidad en el mercado laboral se consigue con una participación más o menos igualitaria. Promover una mayor presencia masculina en el healthcare ayudaría a concienciar a la sociedad de que las tareas de cuidado involucran a ambos sexos por igual".

El informe también radiografía las profesiones más demandadas. En hospitales y centros de salud, destacan las profesionales de enfermería y partería (21,1%), seguidas de médicos (16,4%) y auxiliares de enfermería (13%). En el ámbito residencial, los auxiliares de enfermería son el colectivo más numeroso (35,2%), mientras que en la atención domiciliaria, casi la mitad (45%) son trabajadores de cuidados personales.

Sin embargo, este pilar de la economía se sostiene sobre una plantilla que envejece a un ritmo preocupante. El desafío del relevo generacional es palpable: el grupo de 45 a 54 años es el más numeroso (25,9%), seguido de muy cerca por los mayores de 55 años (25,4%). Por el contrario, los tramos de 25 a 34 y 35 a 44 años han visto decrecer su peso en los últimos trimestres, una tendencia que alerta sobre futuras dificultades para cubrir puestos si no se atraen jóvenes talentos.

La nacionalidad de los trabajadores refleja otro matiz importante. El 85% de los ocupados son de nacionalidad española. No obstante, los empleados extranjeros y aquellos con doble nacionalidad representan un contingente en crecimiento, con 166.000 y 137.000 trabajadores, respectivamente. Su integración es crucial, especialmente en los subsectores residencial y de servicios sociales, donde su presencia es más significativa (25% y 22% del total, respectivamente).

En definitiva, el sector de la salud en España, con Catalunya a la cabeza, muestra una robustez envidiable en cuanto a creación de empleo, pero debe abordar con celeridad sus debilidades estructurales: una fuerza laboral que pronto necesitará recambio, y una profunda brecha de género que, paradójicamente, ahora requiere medidas para incorporar más hombres a las profesiones del cuidado.