El bitcoin continúa inmerso en una tendencia profundamente bajista que está provocando oleadas de nerviosismo entre los inversores. Este viernes, el activo digital vuelve a encender las alertas con una pérdida adicional del 3%, una caída que lo sitúa en el entorno de los 84.100 dólares. Esta cifra no es solo un número más en un gráfico de colores rojos; representa un nuevo mínimo desde el pasado mes de abril, confirmando los temores de los analistas sobre una corrección más profunda y sostenida en el tiempo.
Según los datos recogidos por la agencia Bloomberg, la pieza central del mercado de criptoactivos se deja un 3,47%, estableciendo su cotización en los 84.181,38 dólares. Sin embargo, el momento más crítico de la sesión tuvo lugar unos minutos antes, cuando los vendedores lograron empujar el precio hasta tocar los 81.629 dólares, un umbral psicológico que no se veía desde hace meses y que evidencia la intensa presión vendedora que pesa sobre el activo.
Este episodio de ventas no es un hecho aislado, sino la continuación de una dinámica negativa que ya se hizo patente durante la jornada del jueves. Solo 24 horas antes, el bitcoin ya registró una fuerte caída que superó el 4%, lo que indica una aceleración de la tendencia bajista y una pérdida clara de confianza por parte de los inversores institucionales y minoristas.
Para comprender la magnitud real de la caída, hay que retroceder hasta el 6 de octubre, fecha en la que la criptomoneda alcanzó su máximo histórico absoluto, situándose en los impresionantes 126.251 dólares. Desde este pico, el camino recorrido ha sido descendente y sin tregua. En poco más de dos meses, el bitcoin acumula un vertiginoso desplome de cerca de un 35% de su valor, borrando cientos de miles de millones de dólares de capitalización de mercado global y poniendo en cuestión la narrativa de los "toros" que preveían un rápido asalto a los 150.000 dólares antes de final de año.
Los expertos señalan un cúmulo de factores que están alimentando esta corrección:
- Presiones regulatorias: La incertidumbre sobre la futura regulación de los criptoactivos en economías clave, especialmente en Estados Unidos, está haciendo que muchos inversores adopten una actitud de "esperar y ver".
- Salida de capitales institucionales: Los datos muestran salidas significativas de fondos cotizados (ETF) de bitcoin, indicando que los grandes jugadores están tomando beneficios o reduciendo su exposición en un entorno de mayor aversión al riesgo.
- Fortaleza del dólar: Un dólar estadounidense fuerte, sostenido por las expectativas de políticas monetarias más restrictivas por parte de la Reserva Federal, tradicionalmente ejerce presión a la baja sobre activos de riesgo como el bitcoin.
- Liquidaciones: Tras el impresionante rally que llevó al bitcoin a sus máximos históricos, es natural que muchos de los primeros inversores decidieran vender para asegurar sus ganancias, creando una ola vendedora que se autoalimenta.
En definitiva, el mercado del bitcoin se enfrenta a una prueba de fuego. La pérdida de los 85.000 dólares como soporte clave abre la puerta a una posible prueba de los 80.000 dólares en las próximas sesiones si no se consigue aturar la hemorragia. Los próximos días serán decisivos para determinar si se trata de una corrección saludable dentro de un mercado alcista o el inicio de un "invierno criptográfico" más prolongado.