El Banco Central Europeo (BCE) no se saldrá de su hoja de ruta, al menos en la próxima reunión de tipos de interés del 16 de marzo. La institución presidida por Christine Lagarde ha dejado claro que lo que viene son nuevas subidas de tipos, puesto que son las “herramienta más eficaz” para devolver la inflación a un terreno neutral, tal y como ha explicado Lagarde en una entrevista en Antena 3. La máxima mandataria del BCE ha insistido en la idea que lo mejor para minimizar los elevados precios es seguir endureciendo la política monetaria. “Creo que tenemos toda la razón para creer que debemos hacer otra subida de tipos de interés”, ha expresado Lagarde.

La presidenta ha hablado el mismo día en el que se han revelado las actas de la última reunión de tipos de interés y, también, se ha desvelado el dato de inflación de la eurozona. Por un lado, el IPC general del Viejo Continente sigue respondiendo a la baja al endurecimiento monetario. Pese a que la inflación sigue siendo elevada en febrero de 2023 (8,5%), esta ha caído en una décima con respecto al anterior mes. La ligera caída responde a que los precios de la energía siguen aupando la inflación de la eurozona. Además, los costes de los alimentos frescos han crecido en el mes de febrero, algo que ha ralentizado la caída de la inflación.

El BCE no tiene la “obligación” de subir los tipos un 0,50% en marzo

Sea como fuere, el ligero decrecimiento de la inflación no es suficiente como para hacer cambiar el tono del Banco Central Europeo, que ya en la anterior reunión de tipos avisó de que en marzo se vendría una nueva alza de las tasas de interés de 50 puntos básicos. Pese a ello, y tal y como figura en las actas de dicha reunión, el BCE insiste en que esto es solo una “intención”, no una “obligación”, dejando la puerta abierta a una variación monetaria diferente si las circunstancias económicas varían sustancialmente.

Viendo que estas, pese a que mantienen una línea decreciente, siguen estando en un entorno similar a lo visto hace un mes y medio, todo apunta a que el BCE llevará a cabo la subida de 50 puntos básicos. Lagarde ha insistido en esa idea, y ha datado para 2025 la caída de la inflación hasta el 2%, zona deseada por la institución con sede en Frankfurt. La presidenta ha recalcado que los tipos de interés “no volverán a estar en los niveles de hace dos, tres o cuatro años”, cuando estos eran incluso negativos, algo que se evidencia con el poco movimiento por parte del BCE, que hasta el pasado julio, llevaba sin variar la política monetaria desde 2016.

Lagarde remarca la importancia de subir los tipos a corto plazo

“Haremos lo que sea necesario para devolver la inflación hasta el 2%”, ha sido otra de las declaraciones que ha hecho Lagarde y que remarcan las intenciones del Banco Central Europeo. La presidenta ha hecho énfasis en la importancia de “subir los tipos de interés, especialmente a corto plazo” para minimizar el impacto de la inflación en el Viejo Continente.

Y en línea con los comentarios de hoy de la presidenta, van los anotados en las actas de la última reunión de tipos. Tanto Phillip Lane, economista jefe del BCE, como Isabel Schnabel, consejera ejecutiva del organismo monetario, recalcaron la necesidad de seguir elevando los tipos de interés en 50 puntos básicos en febrero, e insistieron en la idea de mantener el ritmo de las subidas en los próximos meses. Dicho propósito fue aceptado “mayoritariamente” por los miembros del comité, quienes respaldaron la idea de subir los tipos un 0,50% el pasado febrero y aceptaron la “intención” de alzar las tasas de interés en 50 puntos básicos en la reunión que tendrá lugar en dos semanas.

Todo ello pese a que los “riesgos se han vuelto más equilibrados”, ya que tanto el temor “a la baja para el crecimiento económico, como los riesgos al alza para la inflación han disminuido en relación con la evaluación de diciembre del Consejo de Gobierno”, tal y como indica el documento hecho público este mismo jueves.

Los oradores del BCE ven un 2023 más positivo

Ya en el Foro Económico de Davos, Mario Centeno, gobernador del Banco de Portugal y miembro del Consejo del Banco Central Europeo, expresó su convicción de que la economía europea crecería en 2023 pese a que la mayoría de los empresarios opinaron que esta se retrotraería. Lagarde expresó a mediados de enero que, pese a que la inflación seguía siendo “demasiado alta”, tendremos un año “mejor de lo que nos temíamos”.

Según Bankinter, la inflación de la eurozona cederá en 2023 hasta el 3,8%, mientras que en 2024 la veremos sobre el 2,5%. Estas perspectivas se acercan a lo que mantiene Lagarde y a lo que figura en las últimas actas de la reunión de tipos del BCE, dónde sitúan la caída del IPC al 2% en 2025.

Pese a que la institución asegura que aún hay camino por recorrer, también insisten en la idea de mantener la presión sobre la inflación, puesto que las perspectivas económicas son más favorables que las ofrecidas en el pasado mes de diciembre, cuando Europa seguía atada por los elevados precios de la energía. Hoy por hoy, el IPC está en el 8,5%. Pese a ello, el propio BCE no descarta que los precios evolucionen al alza, aunque sus perspectivas son mejores, ya que los riesgos económicos han disminuido. Por lo pronto, el mercado se hace a la idea de que, en marzo, los tipos de interés ascenderán hasta el 3,5%.