El Banco de España ha calculado que el conflicto arancelario supondría un impacto de al menos tres décimas para el producto interior bruto (PIB) español en el escenario comercial más adverso, que se vería amplificado por un deterioro de las condiciones financieras globales y de los niveles de incertidumbre. En todo caso, las estimaciones preliminares del BdE apuntan a que la afectación estaría por debajo del punto del PIB. Así se recoge en el Informe Anual de 2024 del regulador financiero español.
El impacto negativo sobre la actividad del conflicto comercial es significativamente mayor en Estados Unidos que en el resto de las economías consideradas, excepto en el caso de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, en el que China también experimentaría una sensible contracción del PIB. En cambio, el impacto sobre el PIB de la economía española sería relativamente acotado, de menos de dos décimas durante los tres años posteriores al aumento de aranceles, en los cuatro escenarios planteados que se dividen en: “10% de arancel universal” (el actual entre España y EE.UU.), “aranceles recíprocos” (supondría elevar al 20% el arancel, una amenaza que se ha quedado paralizada por tres meses)”, “represalias como respuesta” y “guerra comercial EE. UU.-China'”, la peor de las suposiciones. No obstante, tras la cumbre entre ambas potencias en Suiza, las tensiones se han reducido, informa Efe.
Vivienda
Por otro lado, el informe Anual del Banco de España (BdE) ha rebajado el déficit de vivienda en España a 400.000-450.000 viviendas entre 2022 y 2024, aunque en un informe de abril pasado apuntaba a que hacían falta en España 600.000 nuevas unidades hasta 2025. Un desajuste significativo en las cinco provincias que concentran algo más del 50% del déficit: Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Málaga.
El Banco de España entiende que en estas zonas se estaría movilizando desde 2022 una cuantía significativa de viviendas hacia el uso residencial, por ejemplo, segundas residencias y viviendas vacías, y convirtiendo bienes de uso terciario en residencias. Con todo ello, recalca que en España el crecimiento de la oferta de vivienda es inferior al auge de la demanda residencial, teniendo en cuenta la creación de hogares, un desequilibrio que está sosteniendo el incremento de los precios, tanto en venta como en alquiler.
Alquiler turístico
El Banco de España añade que en 2024 siguió el incremento de la oferta de vivienda para usos alternativos, como el alquiler de temporada, de habitaciones o el turístico, lo que podría limitar la oferta de alquiler residencial. Subraya que el parque de viviendas en alquiler crece con fuerza, impulsado por un aumento que supera el millón de viviendas en la última década.
En 2023 (último dato disponible), el stock de viviendas residenciales en alquiler aumentó en más de 90.000, la cifra más alta desde 2019, pero por debajo de las 130.000 unidades anuales del período 2014-2019. Asimismo, agrega que la disponibilidad actual de viviendas no destinadas al uso residencial en el conjunto de España supondría una cuantía equivalente al 39% del número de hogares, siendo en Barcelona del 13,2% y en Madrid del 14,3%.
310.000 hogares en Barcelona
La capacidad máxima del parque de vivienda actual permitiría absorber unos 310.000 hogares en Barcelona y unos 390.000 en Madrid si se movilizaran todas las segundas residencias, las viviendas con usos alternativos (turístico y temporada) y, en menor medida, las vacías. Cuando se tienen en cuenta las viviendas turísticas y las que poseen los no residentes, la capacidad de vivienda residencial se reduce más de un 50% en Baleares y en Canarias, un 40% en Málaga y un 35% en Alicante.