La economía catalana creció el año pasado un 5,5%, por encima de las previsiones iniciales, según apunta la Memoria Económica de Catalunya elaborada por el Consell de Càmeres que se ha presentado este jueves con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
En la clausura del acto, en la Llotja de Mar, Aragonès ha exhortado a enterrar de una vez "el discurso de la decadencia de la economía catalana". Se ha referido a los datos de crecimiento del PIB, del empleo o de las exportaciones incluidas en la memoria del Consell de Cambres de Catalunya que presentan valores superiores a la media del Estado y de la zona euro.
"Si tuviéramos que poner a un titular podríamos decir que la economía catalana va bien", resumió Aragonès, que destacó que gracias a la "resiliencia hemos superado con nota el 2022". Precisamente, tanto Aragonès como la presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca, repitieron la expresión "resiliencia" como la clave que ha permitido a la economía catalana superar los parámetros prepandémicos a pesar de las incertidumbres y de los contextos internacionales adversos.
El presidente de la Generalitat aprovechó la presentación de la memoria para cargar contra las "limitaciones políticas" impuestas por el Estado y contra la gestión de los fondos Next Geneeration. Indicó que, si Catalunya fuera un Estado independiente, "se situaría en los valores más altos por los cuales se valora la economía de un país". En este sentido, añadió que los avances económicos se ven contrarrestados por el déficit fiscal.
Sobre los Next Generation y los PERTE, Aragonès señaló que el gobierno central "no podía perder mes tiempo". Insistió en que Catalunya está haciendo los deberes, que "lidera" la puesta en marcha de los fondos NG a pesar de los obstáculos. "Cuando vamos a convocatorias competitivas, llegamos al 25%, pero cuando decide el Estado, nos quedamos con el 15%", lamentó. Y se refirió al estudio de la Cambra de Barcelona, que advierte que el Estado puede perder 26.000 millones de euros de estos fondos europeos.
Siguiendo con las críticas en los gobiernos centrales, indicó que, desde 1015, el Estado solo ha invertido el 62% de lo que ha presupuestado para Catalunya, mientras que Madrid ha superado además el 120%.
La Memoria Económica de Catalunya 2022 desgrana datos que confirman la evolución positiva. El informe atribuye el crecimiento del 5,5% en términos de PIB a la "resiliencia" mostrada para hacer frente a los "choques" que caracterizaron la economía durante 2022: los cuellos de botella en las cadenas de suministro, aumento de los precios de la energía, inflación y subida de tipos de interés.
Respecto a los datos más destacados de la memoria, el PIB catalán ya estaría un 1,6% por encima del nivel prepandemia en el primer trimestre de este 2023, gracias al motor de la exportación de bienes y servicios y al consumo público. El consumo privado y la inversión han igualado, por primera vez, el valor de finales del 2019.
Por lo que se refiere a los factores que explican la resiliencia, la economía catalana sale de la crisis de la covid con una aceleración en su proceso de internacionalización que ha ido acompañado de un incremento de competitividad. Catalunya alcanza un saldo exterior de bienes y servicios del 8% del PIB en 2022. Así, el diferencial con la economía española se amplía a 7 puntos porcentuales.
Destaca la evolución de la estructura ocupacional hacia sectores de más calificación. En los últimos años, está aumentando el porcentaje de empleo más cualificado (en puestos directivos, técnicos y profesionales), y en el 2022 ya representó el 38,3% del total.
Catalunya mantiene una "elevada" capacidad de atracción de inversión extranjera en industria y TIC. Estos dos sectores concentraron el 52% de la inversión total en el 2022. Destaca que la inversión extranjera en el sector TIC se duplicó el año pasado, pasando de 623 millones de euros en 2021 a 1.229 millones de euros en 2022, el valor máximo de la serie histórica.
Respecto a los retos pendientes, la memoria apunta que es necesario situar la I+D a niveles europeos, Catalunya concentró el 24% de I+D que realiza el Estado, pero solo aumentó "tímidamente" hasta el 1,64% del total de la zona euro, lejos del peso que llegó a tener en 2008 (2%). Los otros retos pendientes son liderar la transformación digital y sostenible con el apoyo de los Next Generation, ajustar la oferta y la demanda de trabajadores en el mercado laboral y garantizar la sostenibilidad de la deuda pública.
El informe de las cámaras catalanas revisa al alza las perspectivas económicas para este 2023, pero advierte que el crecimiento irá de más en menos El crecimiento se ha mantenido "con fuerza" en los primeros seis meses del año, gracias a la buena evolución del mercado laboral, a la moderación de la inflación, al turismo y al impacto de los fondos de recuperación. No obstante, indica que "esperamos que este dinamismo vaya a menos en la parte final del año por el efecto de la subida de los tipos de interés y por el menor crecimiento de las exportaciones", afectadas por la ralentización de la economía europea, especialmente la alemana.
Carme Poveda, directora de la memoria, recordó que los tipos de interés todavía no han tocado techo y, precisamente, este frío enfría las perspectivas.
En la presentación de esta memoria, Mònica Roca subrayó que la economía catalana ha superado "con creces" los parámetros de antes de la pandemia. Y se centró en el "papel clave" a digitalización en la mejora económica. Puntualizó que "le gusta más" hablar en temas de "progreso" que de "crecimiento".
Jaume Fàbrega, presidente del Consejo de Cámaras de Catalunya, lamentó que el Parlament todavía no haya aprobado la nueva Ley de Cámaras de Comercio. Sobre la digitalización, indicó que a Catalunya se le abren más oportunidades en "una economía más basada en los bits que en los átomos". Y dirigiéndose a las administraciones públicas, pidió "más complicidad y colaboración" para facilitar que las empresas generen valor. Sobre este, la colaboración de la administración pública, precisó que "se ha progresado en los últimos años, pero que todavía hay trabajo para hacer".
Entre las autoridades presentes también estaba la presidenta del Parlamento, Anna Erra; el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y varios diputados.