Los 2,5 millones de asalariados que cobran el salario mínimo interprofesional (SMI) tendrán que esperar a la nómina de febrero para ver incrementados sus ingresos un 5% como se pactó entre los sindicatos y el Ministerio de Trabajo. Aunque la medida tiene carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2024, el Gobierno debe aprobar la medida en Consejo de Ministros y este martes era la última oportunidad de hacerlo dentro de enero. Fuentes del Ministerio de Trabajo señalan a ON ECONOMÍA que no estaba previsto aprobar la subida del SMI en este último Consejo de Ministros de enero, aunque no esperan mucha demora, por lo que el visto bueno debería recibirse a lo largo de febrero y se podría incluir en la segunda nómina del año, junto con el atraso del mes de enero.

El acuerdo entre sindicatos y Gobierno, del que se quedaron fuera las organizaciones patronales, prevé un incremento para este colectivo de trabajadores de un 5%, aunque se podría haber reducido a un 4% si CEOE y Cepyme se hubiesen sumado al pacto. Eso significa pasar de los 1.080 euros por 14 pagas a 1.134 por 14 pagas, 54 euros más al mes. O, en términos anuales, de los 15.120 euros netos a 15.890 euros. No obstante, aunque UGT se felicitó del acuerdo, al que consideran positivo, discrepa del Ministerio de Trabajo al considerar que la subida no es suficiente para alcanzar el 60% del salario medio de los españoles, como se comprometió el Gobierno de coalición la pasada legislatura.

Mínimo exento en IRPF

La aprobación de la subida del SMI, dependiente del Ministerio de Trabajo, se aprobará, con toda probabilidad, en el mismo Consejo de Ministros que la elevación del mínimo exento en el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) hasta los 15.876 euros que debe ser tramitado por el Ministerio de Hacienda para que los beneficiarios del salario mínimo no estén sujetos a retenciones. Se trata del segundo año consecutivo que el Gobierno eleva el mínimo exento en Renta para que el salario de los 2,5 millones de personas con derecho a cobrar el SMI no sea mermado por el impuesto y la subida bruta se traslade íntegra a su nómina.