Fue la figura revelación de las elecciones generales del 20-D y ahora todas las encuestas apuntan a que mejorará resultados. Xavier Domènech (Sabadell, 1974) vuelve a ser el cabeza de lista de En Comú Podem, con el objetivo de consolidarse como confluencia ganadora en Catalunya para forzar un cambio en España. Domènech apuesta en esta entrevista en El Nacional para que un gobierno del Estado convoque un referéndum "cuanto más cerca del inicio de la legislatura mejor". Duda de que el Tribunal Constitucional se confrontara, pero asegura que si eso pasara “entraríamos en otro tipo de conflicto”. Lo que tiene menos claro es como se aplicaría la independencia en caso que fuera la opción ganadora, apuntando a que “se tendría que ver cómo se haría el pacto político, cómo se haría legalmente”. En cualquier caso considera que aquello importante es "que se haga la pregunta y se responda".

A pesar de la fragmentación en el Congreso, parece que España está dividida prácticamente al 50% entre izquierda y derecha y, de hecho, el PP sigue teniendo una base de votantes muy sólida. ¿Hasta qué punto un eventual gobierno de izquierdas tendría que moderar sus posiciones, buscando la centralidad?
Es el momento de afrontar los grandes retos de cara. Eso significa que uno no puede pensar que ahora mismo tan sólo edulcorando los retos habrá un gobierno duradero. Estabilidad por estabilidad es inestabilidad. El viejo juego político que la centralidad es centrismo... Max Webber dijo que el centro no existía y estoy de acuerdo.

¿De todos modos, hay espacio para buscar grandes acuerdos de estado, sea con Ciudadanos como con el PP? ¿Cuáles podrían ser?
Con respecto a la apertura de un proceso constituyente, nosotros sabemos, a nivel de encuestas, que hay un gran consenso de fondo que la Constitución como tal ha quedado muy vacía por diferentes motivos: el paso del tiempo, la crisis, el uso político que se ha hecho de la misma y porque históricamente no ha resuelto cosas que se tenían que resolver. En este sentido, a pesar de que ellos sean los partidos que mantienen los candados, ciertamente en sus bases electorales existe la percepción de que eso se tiene que abrir. Ahora bien, es difícil que haya más acuerdos que eso. Aparentemente, con Ciudadanos habría un acuerdo con respecto a la lucha contra la corrupción y por la transparencia. Y digo aparentemente porque la opción política de C's era la gran coalición, y no sé si las soluciones provienen de poner a los dos grandes partidos tradicionales juntos y hacerles formar gobierno.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, insinuaba el otro día que quizás, antes que unas terceras elecciones, preferiría dejar gobernar el PP. Más tarde lo retiró. ¿En todo caso, antes que nuevos comicios, dejaríais gobernar al PSOE con Ciudadanos, o bien al PSOE solo?
Somos el único espacio político que ha hecho cambios, después del fracaso de la investidura. No nos podíamos presentar exactamente igual. Lo que hemos hecho es sumar más fuerza, en el Estado con Izquierda Unida y en las Islas Baleares con Més. Me es muy difícil de imaginar que la situación sea igual que el anterior. Ciudadanos es un partido que entró en este juego para evitar un pacto de izquierdas. La situación que se dará, factible y real, es que el PSOE dé apoyo a un gobierno de izquierdas.

¿Con el apoyo de los independentistas?
Sí, sí... Bien, se tendrá que ver.

¿O aspiráis a una mayoría sólo con el PSOE?
No es aspirar a una mayoría para no tener que tener este apoyo. Aspiramos a ganar las elecciones. Saber cómo queda la aritmética electoral después de eso es un campo desconocido. Ahora bien, nosotros ya hicimos una propuesta de gobierno, que incluía al PSOE, y que se hacía contando con los votos de ERC, DiL, PNV, Bildu... Ahora bien, yo dudo que estemos en la misma situación. Las condiciones habrán mejorado, que no quiere decir no depender de ERC, sino que nosotros tengamos más fuerza.

Las condiciones habrán mejorado el 26-J. Tendremos más fuerza.

¿Si hacéis finalmente el sorpasso al PSOE, la opción del referéndum se fortalecería?
Difícilmente el PSOE puede no dar apoyo a un gobierno de izquierdas. Y eso incluye, evidentemente, el apoyo a un gobierno que acepta y afronta los grandes retos que hay sobre la mesa. En el caso de la plurinacionalidad en Catalunya tiene que ver con el derecho a decidir. No entendería que se negara a asumir el derecho a decidir y eso lo llevara a apoyar la derecha reaccionaria.

Pero la oposición interna al PSOE es muy fuerte.
Sí, una de las cosas que constatamos es que el PSOE tenía muchas almas. Por eso todavía es más necesario ganar las elecciones. El 20-D planteamos un gobierno a la valenciana, y el PSOE no quiso jugar a esta carta. Probablemente ahora tendremos que ir hacia un gobierno a la barcelonesa.

¿Sin la actual situación del proceso soberanista, en el que mucha gente detecta un bloqueo, En Comú Podem podría cultivar los resultados que está cultivando?
Es que es tan difícil pensar un mundo aparte del proceso soberanista... (se ríe)

Quiero decir si sería tan votado si fuera sólo por las políticas de izquierdas, y no por el voto útil para el referéndum que podáis representar a nivel del Estado.
Yo creo que nos votan por todas las aspiraciones de soberanía: soberanía económica, social y nacional. El 20-D nuestro partido quedó como partido mayoritario de las izquierdas del país y partido mayoritario del soberanismo del país. Nuestro abanico de voto es evidentemente soberanista, con una concepción muy amplia de la soberanía, que busca reparar las injusticias sociales que se han agravado en los últimos años de crisis.

Nuestro abanico de voto es evidentemente soberanista, con una concepción muy amplia de la soberanía

Decís que no competís con ERC. Sin duda sois un actor que se identifica próximo en políticas sociales y con respecto al tema nacional os diferenciáis en el voto útil que podéis representar con lo que también van a buscar los independentistas en Madrid, que es el referéndum. ¿Al final, directa o indirectamente eso no es competir con ERC?
En el caso del referéndum no está claro todavía. ERC decía el 20-D que iba a defender la victoria del 27-S. Es verdad que en el debate de investidura se encontró una confluencia en torno al referéndum, cosa que nos alegramos mucho. Pero es que ciertamente no competimos con ellos, lo digo sinceramente. En estas elecciones no se dirimen resultados electorales para hacer lecturas posteriores en dinámica interna, sino la posibilidad de producir un cambio en el Estado que ayude a desbloquear el país. Por lo tanto, no es una competición por ver si ganamos a ERC y a CDC.

ERC sí que ha afirmado que os ve como el principal adversario.
...Cosa que me parece muy irracional, porque si tu principal adversario con todo lo que está pasando es un espacio político que defiende políticas sociales justas, que defiende políticas democráticas justas y un referéndum nacional de soberanía para Catalunya...

Me parece muy irracional que ERC vea ECP como adversario

De todos modos hay quien hará lecturas internas, como la CUP. Y parece que no verían mal, si se acabara yendo a elecciones en Catalunya, una alianza que fuera ECP, ERC y CUP.
Eso lo dijo Joan Tardà en una entrevista no hace mucho tiempo. Dijo que teníamos que gobernar juntos 15 años en Catalunya. En el caso de la CUP no he escuchado públicamente este deseo...

Bien, en la asamblea nacional, antes de investir a Carles Puigdemont, ya dijeron que querían buscar alianzas con actores como vosotros, principalmente.
Me parece perfecto. Pero ahora de lo que estamos hablando es de un cambio de gobierno en el Estado que puede cambiar las políticas en favor de Catalunya. Llevamos demasiadas hojas de ruta y demasiadas discusiones sobre quién hegemoniza el proceso político. Vale la pena luchar por el presente para construir futuro.

El otro día decías que si Pablo Iglesias ganara las elecciones habría referéndum esta legislatura. ¿Cómo?
La vía que nosotros proponemos, y que nos parece más efectiva, es el artículo 92 de la Constitución, que remite a la ley orgánica de referéndums de 1980, que permite al gobierno la convocatoria de referéndums. Evidentemente habría un proceso político que pasaría por la interlocución con el Parlament de Catalunya, pero que, en todo caso, no sería un escollo jurídico o procedimental. Es una vía que está, además, avalada por muchos constitucionalistas. La defendió Rubio y Llorente, Herrero de Miñón, incluso Francesc de Carreras. Cada vez hay más consenso en que esta es la salida.

No sé si el Tribunal Constitucional sería tan creativo confrontándose a un gobierno del Estado que convocara un referéndum

Pero también hay quienes no lo avalan. ¿El poder judicial podría bloquear esta convocatoria?
La estaría convocando el gobierno del Estado, firmado por el jefe del Estado. No sé si el Tribunal Constitucional sería tan creativo confrontándose con el gobierno del Estado. Entonces nos encontraríamos con otro tipo de conflicto. En todo caso, esta es seguro la vía más rápida.

Así, como lo convoca el gobierno, con el aval del jefe del Estado, no te imaginas que se pudiera frenar.
Es muy evidente que se expresa una voluntad política... El Tribunal Constitucional ha sido muy inflexible en aquellas sentencias que podían afectar a la idea de que pueden existir cosoberanías. Pero, en cambio, cuando ha hablado de la Constitución europea, reformas de la española, cada vez avanza más esta idea de soberanías compartidas.

En cualquier caso la celebración del referéndum no pasaría, con vuestra fórmula, por la reforma constitucional, pero sí si se tuviera que aplicar la independencia catalana. Una de las dos preguntas que trasladasteis a Miquel Iceta decía: “¿Está de acuerdo con que Catalunya sea un Estado independiente mediante los cambios pertinentes en la Constitución?". ¿Aquí sí, pues, que haría falta el proceso de reforma del artículo 2 que requiere 2/3 de las cámaras, nuevas elecciones, ratificación de las nuevas cámaras y referéndum a los ciudadanos?
Yo creo que aquello importante es que se haga la pregunta y se responda. La otra versión hablaba de los “cambios legales pertinentes”. Nuestra intención en el caso del Estado es el de abrir un proceso constituyente. De hecho, nuestra propuesta también era hacer un referéndum en el Estado para abrirlo. Dicho esto, en el marco estatal el referéndum tiene que ser vinculante políticamente. Si la decisión que sale del referéndum es efectivamente la constitución de un Estado propio, yo creo que esta decisión ya es inapelable. Después se tendría que ver cómo se hace el pacto político, como se haría legalmente eso. Pero lo importante es poder hacer la pregunta de una vez y poder tener la respuesta de una vez. Los catalanes, a estas alturas, nos merecemos poder construir la soberanía, poder salir del proceso, y no con una frustración, sino con una solución.

Aquello importante es que se haga la pregunta y se responda. (Si sale la independencia) se tendría que ver cómo se hace legalmente

De todos modos los independentistas te pueden decir que también es muy importante que, entonces, cuando salga la respuesta, estén las vías concretadas para que se pueda aplicar.
Dudo de que puedan decir eso. Puigdemont aseguró hace una semana que estaría dispuesto a que en el referéndum estuviera la reforma federal. Y lo dijo en Madrid. Al mismo tiempo hemos visto cómo esta semana el señor Mas decía que se tenían que convocar unas nuevas elecciones plebiscitarias y contar votos y no escaños. Creo que la vía que estamos proponiendo rehúye el debate de las cien mil hojas de ruta y discusiones constantes con diferentes salidas y se centra en una solución democrática y soberana. En la hoja de ruta hay una cierta confusión. Se han hecho planteamientos muy diversos.

De hecho, dentro de ECP tenéis independentistas como Jaume Moya, Sara Vilà... ¿En todo caso, si Unidos Podemos y confluencias no tienen la suficiente fuerza como para consultar a los catalanes y hacer el proceso constituyente español, En Comú Podem ¿cuántos años está dispuesto a esperar?
La respuesta es que necesitamos esta fuerza. Tenemos que tener la fuerza.

¿Pero y si no la tenéis?
Es que nosotros no actuamos con condicionales, que es como se está actuando demasiado en la política catalana. Llevamos demasiado tiempo trabajando con futuribles.

Pero vosotros siempre habéis defendido que el referéndum se tenía que hacer lo antes posible.
Sí, evidentemente. Y como más cerca del inicio de la legislatura, mejor. Tiene que ser inmediato en la medida en que llevamos mucho tiempo con un reclamo de parte importante de la sociedad catalana. Ahora, también quiero decir que el cálculo realista de la hoja de ruta nos lleva a entre 30 y 40 meses, porque los 18 meses no son para la independencia de Catalunya, sino para las elecciones constituyentes. 

Dentro de Podemos ha habido momentos importantes de discrepancia. Un ejemplo de eso fue la fulminación de Sergio Pascual como secretario de Organización del partido o la marcha de Compromís al grupo mixto. ¿No será todavía más complejo gestionar las diferencias con la incorporación de Izquierda Unida?
La experiencia que hemos tenido es buena. En el caso de En Comú Podem hemos tenido voz propia y disciplina de voto propio cuando ha hecho falta. La relación es muy buena porque compartimos proyectos. Sin embargo nuestra voluntad e intención es tener grupo propio. Y nosotros batallaremos.

Dependerá de la Mesa...
La mejor garantía será el resultado electoral. Y en la medida en que hemos construido un espacio político que quiere ganar las elecciones, también la composición de la Mesa cambiará y tendremos grupo propio.

La composición de la Mesa cambiará y tendremos grupo propio

¿Unidos Podemos y confluencias quieren ser el Justin Trudeau de Europa en materia de refugiados?
Nosotros hemos trabajado desde las ciudades por el cambio para conseguir que aquello que no se está consiguiendo a nivel de estructuras de Estado y europeas, que es el cumplimiento de los derechos humanos, se produjera. Si nosotros ganamos las elecciones y formamos un nuevo gobierno, es muy evidente que la política de refugiados cambiará radicalmente.

Pero el acogimiento es complejo. Supongo que tenéis un plan definido con respecto a la educación, prestaciones sociales, lengua...
Es complicado, pero estamos hablando por la banda baja de 15.000 personas. En el caso de Alemania llegó a más de 300.000. Es perfectamente asumible. Eso no tendría que ser ningún problema si todo el mundo hiciera lo que le corresponde.

¿Incumpliréis el objetivo de déficit fijado por Bruselas? España está a punto de recibir una multa, a pesar de parecer haberse aplazado hasta después de las elecciones.
Nosotros lo que haremos es renegociar los objetivo de déficit. Aquí lo que se produce es decir que los cumplirás y al final no los cumples. La idea de la austeridad es absolutamente irracional en términos económicos. A veces obedecer es dejar de pensar. Vale la pena pensar y proponer cosas pensadas.

¿En Comú Podem a partir de qué ingresos anuales considera a una persona de clase alta o rica?
(Se ríe) Más allá del debate sobre quién es rico y quién no es rico, nosotros proponemos que a partir de las rentas de más de 60.000 euros, que están pagando un 45%, progresivamente poner tramos hasta los 300.000, el máximo, con un 55%. Lo que hemos vivido es un aumento constante de los impuestos indirectos, que no son redistributivos.

¿Y a los que perciban menos de 60.000 al año se les tiene que bajar el IRPF?
Nosotros no lo hemos planteado. Hemos planteado hacer IVA hiperreducido para suministros básicos, alimentos de primera necesidad, cultura. El debate de rebajar el IRPF a las rentas más bajas o bajas es cierto que no lo hemos planteado. Para nosotros el problema principal es, por ejemplo, el impuesto de sociedades. Las pequeñas y medias pagan un 30, las grandes un 8, por las bonificaciones.

No hemos planteado rebajar el IRPF a las rentas bajas

¿Si finalmente acaba siendo ministro de Plurinacionalidad, cuál sería su día a día?
Sería complicado, porque incluye administraciones públicas y municipalismo. Y municipalismo para nosotros es básico también. En esta batalla constante entre comunidades y Estado, el gran damnificado es las políticas sociales y el municipalismo, que sólo reciben un 13% del total. El día a día sería la construcción de un Estado que reconoce las naciones que forman parte del mismo y que busque la rearticulación que permita las cosoberanías, eficiente y efectiva.

¿Sin embargo, cuáles serían las políticas concretas que se podrían impulsar?
Bien, habría primero un gran debate sobre cómo se reconocen las diversas realidades nacional y cómo se proyecta en la UE, con capacidad de las diversas naciones de poder discutir sobre los presupuestos o transferencias que vienen de Europa. Tiene que ver también en cómo se habilita un sistema institucional que no pase por el TC, la discusión entre niveles administrativos, de la financiación...

Hablando de financiación... ¿Qué modelo queréis para Catalunya?
Apostamos por una financiación que tenga en cuenta el criterio de ordinalidad y también por la Hisenda Pròpia. Puede ir desde el concierto económico hasta la capacidad de recaudación de todos los impuestos, pero después hay un tipo de transferencias hacia el Estado que ya están reconocidas previamente. El debate lo tendremos que hacer. Es verdad que la Generalitat no está liderándolo. Lo que ha hecho es aferrarse a lo que está haciendo la Comunidad Valenciana y están haciendo las Islas, porque ha decidido que ya quedará todo arreglado en 15 meses. ¿Tenemos una propuesta cerrada? No, te tengo que ser sincero.

¿Tenemos una propuesta cerrada de financiación para Catalunya? No, te tengo que ser sincero.

¿Estáis dispuestos a asumir el rol que ha dejado de ejercer el Govern?
No podemos sustituir a una institución. Eso no lo haremos nunca. En la propuesta indirecta que Puigdemont hará a través de València e Islas, nosotros participaremos, aunque quizás acabaremos hablando con valencianos y mallorquines de la financiación de Catalunya.