Ha llegado el frío de verdad a Catalunya. La entrada del invierno ha coincidido con la semana de los barbudos, conocida para ser la más fría del año. ¿Por qué se la conoce con el nombre de semana de los barbudos? Te explicamos qué relación pueden tener unos personajes históricos con barba y el frío.
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¿Qué es la semana de los barbudos?
La semana de los barbudos es conocida popularmente por ser la más fría del año. Corresponde siempre a la semana que incluye los días 15, 16 y 17 de enero por la celebración de los tres santos: san Pau Ermità (el día 15 de enero), san Maur Abat (el 16 de enero) y san Antoni Abat (el 17 de enero). Los tres están representados por hombres con largas barbas blancas y espesas, elemento clave que hace que se asocien con el frío y la nieve. Pero eso no es todo, mucha gente incluye también en este grupo de santos predictores del invierno a san Benet y san Efigi (el 15 de enero), san Faci (el 18 de enero) y san Canut (el 19 de enero). Este año, resulta que justamente estos días coinciden con una entrada fría que está provocando el retorno de la nieve y las heladas a Catalunya. Científicamente, estamos en una época del año donde las masas de aire más frías tienden a bajar de latitud. Además, también hay mucho movimiento meteorológico con descolgamiento de bajas presiones que pueden provocar la entrada de masas de aire provenientes del centro de Europa, es decir, más frías.
La temperatura que se vivirá los próximos días quedará por debajo de la media climática, pero no será un acontecimiento que se aleje mucho de la media invernal.
¿Es verdad que siempre es una semana fría?
Estos días serán muy fríos, pero la llegada del frío no siempre ha coincidido con estas fechas: el año 1977, la entrada más importante de aire frío llegó antes del día de Reyes. El año 1956, el frío intenso se retrasó y fue en febrero: los primeros días del mes se registró la temperatura mínima absoluta de la península Ibérica hasta la fecha, -32 °C, en el Pallars Jussà. Ahora bien, sí que coincide con el frío intenso más relevante en Catalunya de los últimos ciento cuarenta años: la friolera de enero de 1891, donde se llegaron a los valores más bajos registrados en Barcelona (-9,6 °C) y Tortosa (-9,5 °C) desde que se tienen datos. También coincide con la entrada de aire frío de enero de 1985: entre los días 5 y 17 se dieron -20 °C en zonas de la Catalunya Central, las Terres de Ponent y el Pirineo, con nevadas de 37 cm en la Costa Brava. Así que estos santos predictores no siempre aciertan: hay que estar atento a los avances en la meteorología y los cambios en la climatologí para saber realmente qué tiempo hará.