El cristal, que ha subido entre un 15 y un 60% según su calidad y grosor; el incremento del coste de la electricidad, cifrado para algunos productores hasta en un 150%, y la subida de la inversión necesaria para alimentar bien a las abejas, que supone un gasto superior hasta en un 70% al que se registraba para el mismo fin hace un año, está complicando extraordinariamente la vida de los apicultores, especialmente los del sur de Europa, que tienen que hacer frente también a las consecuencias de la sequía de este año. En España trabajan actualmente unos 35.000 profesionales, pero la mayoría se ven obligados a combinar la producción de miel con otras labores agropecuarias. En Catalunya, se espera que la producción sea de las peores de la historia y, así, y por ejemplo, en la provincia de Tarragona se registran disminuciones de hasta el 75% y en variedades concretas como la miel de romero sólo se produce un 10% de lo previsto. Y, encima., el sector del turrón no ayuda.

Desastre general

En la Rioja, las organizaciones agrarias reclaman ya a ayudas para un sector que no ha sido capaz de producir ni la mitad de lo esperado, algo que se repite también en Extremadura. En Galicia hablan de producción irregular y en Castilla y León han producido un 60% menos. Las abejas, además, producen miel ahora durante la mitad del tiempo que en los años 70 y el sector echa en cara a los turroneros que el incremento de precios de en torno al 10% que registra este año este dulce navideño no está ayudando al sector.

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El turrón

Y es que el turrón nacional, aunque se elabora en España, suele incluir miel y almendras de importación, que son mucho más baratas y garantizan suministros estables. Cada año, se producen unas 30.000 toneladas de miel en España y se importan otras 28.000 o, al menos, así fue en 2021. El sector apícola, que vive una de las crisis más graves de los últimos años, reclama al Gobierno que obligue a los productores de turrón a usar materias primas locales.