Hasta que la pandemia nos encerró en casa, hablar de espacio vital equivalía a evocar aciagos tiempos de teutonas reminiscencias vividos en Europa, pero la locución hoy ya no solo remite a la cuarta y la quinta década del pasado siglo: desde que descubrimos que los integrantes de media humanidad podíamos quedarnos encerrados en casa meses enteros sin rechistar, el término espacio vital identifica también al área en torno nuestro que hace que nos sintamos seguros y cómodos al relacionarnos. Ese espacio no es el mismo en los diferentes países y, sobre ello, ha elaborado un estudio el portal online de aprendizaje de idiomas Preply.

El espacio personal en el mundo
El estudio de Preply, publicado originariamente en la revista Journal of Cross-Cultural Psychology muestra importantes diferencias en la distancia social estándar para comunicarnos. Así, los nativos de Austria (72 cm), Colombia (74) y Argentina (76) son los que menos necesitan, mientras que los Rumania (140) y Hungría (131) prefieren que corra más el aire. En España: igual que en Bélgica, Suecia o Irlanda; la distancia social pautada es de 98 cm. En nuestro caso, la distancia se reduce a 61 centímetros con alguien íntimo o cercano.
Otros países
Los residentes en el Reino Unido, conocidos por su gusto por el distanciamiento social, ocupan el puesto 23 entre 56 naciones en cuanto a comodidad con la proximidad de extraños. Según varios estudios, los británicos consideran respetuosa una distancia de 99 cm, similar a España, en los encuentros casuales o iniciales. Canadá, otro país mayoritariamente anglosajón, ocupa el puesto 21 con un radio de espacio personal de unos 103 cm. Los canadienses prefieren más espacio personal que sus homólogos de Estados Unidos (n.º 37), Alemania (n.º 36) y Reino Unido (n.º 23). Se podría suponer que mantener una conversación en Canadá, conocido por ser un país amistoso y acogedor, requeriría de menos espacio personal, pero no. Los canadienses prefieren más espacio personal que los británicos, españoles y estadounidenses, y tienden a no utilizar el contacto físico, salvo en relaciones personales estrechas. Llama también la atención otro país de tradición anglosajona: Hong Kong. Allí, pese a los problemas de espacio que tienen, mantienen 116 cm de distancia de seguridad.