No solo se había anunciado que el primer semestre de 2019 sería el de la llegada de los primeros smartphones flexibles, sino que tras algunas filtraciones, la marca surcoreana Samsung y la china Huawei presentaron hace unos pocos meses en sociedad sus modelos Galaxy Fold y Mate X, respectivamente.

Se trata de los primeros teléfonos móviles capaces de doblar sus pantallas, si bien cada uno de ellos mediante un método distinto, como suele ocurrir cada vez que llega una nueva tecnología. El de Samsung abre su doble pantalla hacia fuera –al estilo de un libro– mediante un sistema de bisagras que las unen. Por su parte, realiza el paso de las dos pantallas a la única en el sentido contrario. Sus bisagras lo abren a la inversa que en el modelo de su competidor.

Los dos modelos enseguida suscitaron un enorme interés entre los expertos y los usuarios pese a que sus elevados precios de salida –entorno a los 2.000 euros en ambos casos– no estén al alcance de todos los bolsillos. El problema o la decepción, al menos momentánea, comenzó a surgir cuando los especialistas del sector pudieron tener acceso al Samsung Galaxy Fold.

Los problemas del Galaxy Fold

En cuanto los periodistas especializados comenzaron a recibir los primeros modelos del Samsung, empezaron a reportar sobre detalles totalmente inaceptables para un teléfono de alta gama y tan elevado precio. Aparecieron desde pequeños bultos en la unión de las pantallas hasta defectos graves en la pantalla como consecuencia de haber retirado la fina película transparente que la cubre. Un film que no ha de retirarse en ningún caso pero cuya advertencia aparece casi oculta o poco visible en la caja del teléfono. El problema es que a ojos de quien no conoce la importancia de no retirar la capa transparente, tiene la sensación de que se trata del clásico plástico protector de fábrica.

Los problemas detectados desde un principio y las anulaciones de pedidos llevaron a que la marca surcoreana anunciara a finales de abril la suspensión de su lanzamiento comercial y su aplazamiento por lo menos hasta el mes de julio o quizá agosto.

Las últimas noticias que se tienen acerca del Galaxy Fold parecen ser alentadoras, ya que según Kim Seong-Cheol, vicepresidente de Samsung Display, los problemas de hardware se habrían resuelto ya y el Samsung Galaxy Fold estaría a punto de poder salir con normalidad a la venta. Habrá que esperar si la propia Samsung refrenda el mensaje de su dirigente de la división de pantallas.

El miedo de Huawei

Desde la compañía china, que en las últimas semanas se encuentra en el ojo del huracán debido al veto norteamericano, han preferido también retrasar el lanzamiento de su modelo flexible Huawei Mate X. No porque hayan detectado ningún problema concreto sino porque tras semanas de reflexión han optado por revisar todos los aspectos del novedoso dispositivo a raíz de los problemas reales y de imagen que han sufrido desde su competidor Samsung.

Pese a todo, desde Huawei desean remarcar que cuando el Mate X salga a la venta lo hará con el sistema operativo Android como base, ya que la presentación del modelo flexible chino fue previo al anuncio del veto de Google a la marca china.

Todo apunta a que antes de que termine el verano, tanto el Samsung Galaxy Fold como el Huawei Mate X podrían encontrarse definitivamente disponibles en el mercado pero aún es pronto para conocer cuándo.