Un electroencefalograma (abreviado como EEG) es una prueba médica que registra la actividad eléctrica del cerebro, midiendo las señales eléctricas que producen las neuronas cuando se comunican entre sí. No es invasiva y se puede utilizar para diagnosticar la epilepsia, así como otros tipos de convulsiones.
Esta prueba también es útil para controlar los trastornos del sueño, las encefalopatías (problemas cerebrales), comas y algunas enfermedades neurológicas: desde encefalitis hasta tumores cerebrales, pasando por la demencia. Como hemos comentado, no es invasiva, ya que los expertos colocan unos pequeños discos metálicos llamados electrodos en el cuero cabelludo.
Estos electrodos están conectados a un aparato que detecta las ondas eléctricas del cerebro. El aparato se encarga de representar la información proporcionada por los electrodos como líneas onduladas en una pantalla o trozo de papel. Si bien no es un procedimiento doloroso, sí que puede ser incómodo y la calidad de la señal, inconsistente. Por eso, han desarrollado un dispositivo que soluciona todos sus inconvenientes.
Los pacientes pueden peinarse o usar gorras sin miedo a que los electrodos se despeguen
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State) ha desarrollado un dispositivo que promete solucionar todos los problemas y limitaciones de los sistemas tradicionales basados en electrodos. Este innovador dispositivo se asemeja al cabello, y está diseñado para monitorización cerebral no invasiva a largo plazo.
El minúsculo electrodo ha demostrado mantener un rendimiento estable durante más de 24 horas de uso continuo. Lo bueno del dispositivo es que no solo se puede utilizar en entornos clínicos, sino también en productos de salud y de bienestar para el consumidor promedio. Todos los detalles han sido publicados en Nature.
Según Tao Zhou, profesor de Ciencias de la Ingeniería y Mecánica de la Familia Wormley y autor principal del artículo, el nuevo electrodo con «forma de cabello» pasa prácticamente desapercibido durante su uso, mejorando así la comodidad de los pacientes sin sacrificar la fiabilidad de las señales EEG. Este innovador dispositivo está hecho de hidrogel impreso en 3D. El electrodo es un pequeño punto que capta las señales cerebrales del cuero cabelludo, mientras que un componente delgado, similar a un cable, lo conecta al sistema de monitorización.
El dispositivo utiliza una tinta bioadhesiva imprimible en 3D que permite que el electrodo se adhiera directamente al cuero cabelludo, eliminando el requisito de los geles o la preparación de la piel antes de su aplicación. De este modo, la distancia entre el electrodo y el cuero cabelludo se reduce considerablemente, lo que mejora bastante la calidad de la señal.
Su diseño flexible permite que los usuarios se peinen o utilicen gorras sin ningún tipo de problema, ya que el innovador electrodo se mantiene en su lugar. A diferencia de los EEG tradicionales, no es necesario reemplazar el electrodo, lo que garantiza la consistencia de los datos durante múltiples sesiones de monitorización.