El mercado de la inteligencia artificial está dominado por unas pocas empresas. Aunque China se está poniendo las pilas y en unos cuantos meses más sería capaz de poner contra las cuerdas a Estados Unidos (si es que HUAWEI y Alibaba logran limar asperezas para evitar una «guerra civil» por culpa de la IA), las que cortan el bacalao son OpenAI, Google, Microsoft, Amazon y Meta.

Aunque no tenga tanta relevancia como ChatGPTGemini o Copilotla compañía de Mark Zuckerberg también está desarrollando sus propios modelos de IA, llamados Llama, y que los usuarios pueden probar a través de Meta AI, su asistente de inteligencia artificial diseñado para integrarse en WhatsApp, Instagram, Facebook y otros productos de la compañía.

Puede que Meta no sea la primera compañía en la que uno piensa cuando se habla de inteligencia artificial, pero Zuckerberg quiere ser líder en esta tecnologíaha estado «robando» expertos a OpenAI con suculentas ofertas de trabajo, y acaba de anunciar una importante reestructuración de las operaciones de IA de la compañía.

Meta ha invertido decenas de miles de millones de dólares para construir centros de datos con los que alcanzar la «superinteligencia»

La última decisión de Zuckerberg ha puesto patas arriba la estructura de Meta. Todos los proyectos y negocios relacionados con Meta AI se transferirán a una organización de nueva creación llamada Meta Superintelligence Labs (MSL). El nombre es toda una declaración de intenciones, ya que la compañía busca alcanzar la «superinteligencia».

La «superinteligencia» artificial es un concepto teórico que describe una IA con capacidades cognitivas y de razonamiento que superan las de los humanos en todos los ámbitos. Sería capaz de resolver problemas, aprender y tomar decisiones de manera más rápida y precisa que cualquier persona de carne y hueso. Zuckerberg, en un memorando interno obtenido por Fortune, comenta:

A medida que se acelera el ritmo del progreso de la IA, se vislumba el desarrollo de una superinteligencia. Creo que este será el comienzo de una nueva era para la humanidad y estoy totalmente comprometido a hacer lo necesario para que Meta lidere el camino.

Si bien la «superinteligencia» es todavía una teoría, Meta está invirtiendo mucho dinero para que se vuelva una realidad. Firmó recientemente un acuerdo de 14.300 millones de dólares (12.236 millones de euros) con Scale AI (empresa estadounidense especializada en el etiquetado y anotación de datos) e incorporó a su exdirector ejecutivo, Alexandr Wang, como director de IA de Meta. Wang apenas tiene 28 años, pero ha demostrado ser un genio en el campo.

Meta estaría ofreciendo compensaciones de 100 millones de dólares (85 millones de euros) para reclutar talento de OpenAI y otras compañías especializadas en inteligencia artificial, como Google DeepMind o Anthropic. Aparte de las contrataciones, la compañía habría invertido decenas de miles de millones de dólares en la construcción de centros de datos para llegar a la «superinteligencia».