Seguramente Gmail sea el servicio de correo más conocido en el mundo y como tantos otros productos de Google, con el paso del tiempo, se van añadiendo nuevas funcionalidades de las que sus usuarios no son siempre conscientes. Novedades que viene muy bien conocer porque muchas de ellas pueden utilizarse tanto habitualmente como en situaciones determinadas en las que vengan muy bien.
Con la cada vez mayor preocupación general por la seguridad, hace unos meses Google creyó conveniente implementar un modo confidencial en Gmail que está destinado a impedir que un correo electrónico no se ponga al alcance de una persona que no desee el remitente del mismo. Este modo confidencial tiene una serie de funciones que hacen que a la persona que lo recibe no le sea fácil compartirlo o copiar su contenido para nadie más.
El modo confidencial
Es una opción que desde hace más de un año comenzó a hacerse efectiva y que ya está por defecto en todas las cuentas de Gmail. Así, si tú eres un usuario del email de Google, puedes hacer uso del mismo cuando quieras. Un modo confidencial que está disponible tanto en su versión de escritorio para ordenador como en su versión móvil para Android.
El modo confidencial de Gmail te permite enviar mensajes y archivos adjuntos evitando el acceso no autorizado a información confidencial. Con esta función puedes establecer una fecha de vencimiento para los mensajes o revocar el acceso a ellos cuando desees. Los destinatarios del correo confidencial tendrán –y esta es la parte más interesante de todas– inhabilitadas las opciones de reenviar, copiar, imprimir y descargar el contenido en función de lo que decidas como remitente.
Pero también es cierto que aunque el modo confidencial ayuda a evitar que los destinatarios compartan el correo que tú envíes, no impide que estos hagan capturas de pantalla o fotos de tus correos o archivos adjuntos.
Hasta el mes de junio el modo confidencial solo estaba disponible para las cuentas estándar de Gmail pero desde entonces también se ha habilitado esta función para quienes utilizan el servicio de correo Gmail como corporativo.
Cómo enviar un correo en modo confidencial
Es tan sencillo como abrir la cuenta de Gmail, escribir el texto del correo, adjuntar un archivo (si se requiere), introducir el correo del destinatario y una vez hecho todo esto, pinchar en la parte inferior del correo el icono del reloj con candado.
A continuación se abrirá un menú en el que se puede elegir configurar la caducidad del correo que se va a enviar (un día, una semana, un mes…) y decidir si se requiere una contraseña por SMS para abrirlo o no. Estas características dependerán de lo que el remitente quiera imponer en su correo.
En el caso de que decidas que el correo precise de una contraseña por SMS, tendrás que escribir el número del móvil del receptor, no el tuyo, para que así el que reciba el email pueda abrirlo.
Asimismo, si en algún momento decides que quieres reducir la temporalidad del acceso al correo por parte del remitente, también puedes hacerlo. Tan solo bastará con que vayas a tu bandeja de correos enviados, selecciones el correo confidencial en cuestión y pulses la opción Quitar acceso. Así, el remitente verá restringido en el tiempo su acceso a ese correo en concreto.