Esta misma segunda quincena de diciembre, el Consejo de Ministros aprobaba la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica para mantener en funcionamiento en el centro de almacenamiento de residuos radioactivos de media, baja y muy baja actividad hasta “completar el desmantelamiento de las centrales nucleares”, un proceso, que, según el Gobierno, debe completarse entre 2027 y 2035. IU, subsumida hoy en Sumar,  emitía estos días un comunicado en el que sus representantes en la provincia de Córdoba (El Cabril está en el municipio de Hornachuelos, en esa provincia andaluza) reclamaban el cierre “inmediato” del centro de almacenamiento.

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Transición “verde”

El cierre, dicen los representantes cordobeses de IU, debe formar parte de la, a su entender, “necesaria transición hacia un modelo industrial y energético verde”. Por eso, explican, el Gobierno no debe “continuar usando El Cabril para almacenar residuos procedentes de centrales en proceso de desmantelamiento” aunque sean de media, baja y muy baja actividad, que son los que admite la instalación. El centro de El Cabril, dice IU, está “en un parque natural de gran importancia como es el Parque Natural de Hornachuelos” y la energía nuclear, al menos para IU, “plantea problemas de largo alcance con consecuencias peligrosas para la seguridad, la salud pública y el medio ambiente”. Los representantes de IU obvian en su comunicado que la Comisión Europea considera que la energía nuclear es sostenible y debe formar parte del mix energético que permitirá completar la transición ecológica. Cabe decir, eso sí, que el Gobierno de España discrepa de la Comisión Europea en este punto.

El Cabril

El Cabril es hoy el único almacén de residuos radioactivos de baja y media actividad activo en España y, en él, se clasifican y almacenan en contenedores de hormigón los residuos de baja, muy baja y media actividad. Los contenedores, fabricados a prueba de terremotos, se guardan en celdas construidas en naves en superficies. Hoy, el centro de almacenamiento está a más del 62% de su capacidad y recibe unos 3000 bidones diarios. El 95% de los residuos procede de centrales nucleares y el 5% restante, de hospitales, universidades y laboratorios de investigación. En El Cabril se extrajo uranio hasta 1959 y ya en los años 60 se empezaron a almacenar residuos en las antiguas instalaciones mineras. Una vez éstas se llenaron, se construyó una planta de tratamiento de residuos, que hoy se almacenan en superficie. Los isótopos que allí se manejan emiten radioactividad durante 300 años. En la instalación trabajan unas 115 personas sobre cuyo futuro IE no se ha hecho ni la más mínima pregunta.