Tras la pandemia de la COVID-19, en 2021, Meta, la compañía matriz de las redes sociales Facebook, Instagram y WhatsApp, anunció una ambiciosa iniciativa con la que planeaba revolucionar el mundo al querer construir un entorno digital tridimensional donde las personas pudieran trabajar, jugar, socializar y comprar usando la realidad virtual y aumentada. Ese ambicioso proyecto recibió el nombre de Metaverso.

Para acceder al Metaverso, los usuarios debían tener las gafas Meta Quest (antes conocidas como Oculus Quest), con las que explorarían los mundos virtuales de Horizon Worlds para comunicarse con sus amigos y conocidos, además de mantener reuniones de trabajo o jugar. Meta invirtió más de 40 mil millones de dólares en construir su universo digital, pero a la gente, simplemente, no le interesó. En 2023, Horizon Worlds apenas tenía 200 mil usuarios activos mensuales, mucho menos que los miles de millones de las redes sociales de la compañía de Mark Zuckerberg.

Como las cifras no fueron las esperadas, Meta decidió dejar el Metaverso de lado para enfocarse en la inteligencia artificial generativa con proyectos como Meta AI, disponible en sus servicios. De hecho, Zuckerberg apenas habla de él en las Keynote, demostrando que ya no es una de las prioridades de la compañía. Podría decirse que el Metaverso fue un fracaso, y hay gente que cree que la «superinteligencia artificial» que quiere desarrollar también lo será.

Zuckerberg ve a la IA el mismo potencial que al Metaverso. Y al segundo no le va muy bien

Hace unos días, Zuckerberg envió a los empleados de Meta un memorando donde compartía su visión de un futuro próximo en el que la “superinteligencia personal de IA para todos” marcaría el comienzo de una nueva era para la humanidad. La compañía ha creado los Laboratorios de Superinteligencia y contratado personal de OpenAI, entre otras empresas, para alcanzar su objetivo. Sin embargo, cuesta no pensar en que podría convertirse en otro carísimo experimento fallido.

Al igual que ocurrió con el Metaverso, Zuckerberg ve la inteligencia artificial como un sustituto del Internet actual. El CEO de Meta considera que la IA revolucionará nuestra forma de interactuar. También ve esta tecnología como un impulso a la productividad y la creatividad humanas de una forma que ni somos capaces de imaginar. “Un mundo de abundancia donde todos dispongan de herramientas sobrehumanas para crear lo que deseen”, comentó el multimillonario.

La inteligencia artificial, para bien o para mal, acabará afectando al trabajo. “A medida que la IA mejore, llegará un punto en que podrá gestionar muchos problemas de las personas. No todos; quizá dentro de 10 años pueda gestionarlos todos, pero si consideramos un horizonte temporal de tres a cinco años, podrá gestionar muchos”. Sin embargo, Satya Nadella, CEO de Microsoft, asegura que deberíamos rebajar nuestras expectativas, ya que se está exagerando mucho con ella.