Las grandes compañías tecnológicas necesitan cada vez más energía para continuar desarrollando y ofreciendo sus sistemas de inteligencia artificial. Herramientas como ChatGPT, Copilot, Grok o Gemini consumen mucha energía durante su entrenamiento y funcionamiento, de modo que deben buscar formas de poder suministrarla. Los expertos aseguran que en unos años no habría la suficiente en el mundo.
Google, la responsable tras Gemini, ha encontrado una posible «solución» en los reactores nucleares. Poco antes de acabar 2024, se dio a conocer la alianza entre el gigante de Internet y Kairos Power, una empresa de ingeniería especializada en energía limpia, asequible y segura a través de pequeños reactores modulares (SMR, por sus siglas en inglés).
Más recientemente, Google anunció un acuerdo con Commonwealth Fusion Systems (CFS) para adquirir 200 megavatios de electricidad de fusión limpia de la primera central comercial de la compañía ARC, demostrando su compromiso con la energía de fusión, la cual no produce residuos radiactivos de larga duración (a diferencia de la fisión nuclear), y tampoco produce emisiones de gases de efecto invernadero.
La planta ARC podría abastecer a 150 mil hogares, aproximadamente
Commonwealth Fusion Systems es una empresa estadounidense fundada en 2018 en Cambridge (Massachusetts), tras una escisión del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que está especializada en la energía de fusión. Su objetivo es construir una pequeña central de energía de fusión basada en el diseño del tokamak ARC. Desarrollado por el MIT, su diseño se caracteriza por ser compacto, potente y robusto, utilizando superconductores de alta temperatura para generar campos magnéticos intensos.
El plan es que la planta ARC se ubique en el condado de Chesterfield (Virginia) y que sea la primera instalación de energía de fusión a escala de red del mundo. La compañía CFS afirma que comenzará a generar electricidad a principios de la década de 2030, por lo que Google tendría que esperar poco más de cinco años para acceder a sus megavatios.
Cuando esté operativa, la planta ARC entregaría 400 megavatios de energía sin emisiones de carbono, lo que sería más que suficiente para abastecer aproximadamente 150 mil hogares o grandes centros industriales. El acuerdo contempla que Google reciba la mitad de la producción, además de tener la opción de comprar electricidad de futuras centrales eléctricas de ARC.
Por si fuera poco, Google participa en una ronda de financiación no revelada para apoyar el trabajo de la startup CFS, aunque ninguna de las dos compañías ha revelado detalles financieros. “Estamos entusiasmados de hacer esta apuesta a largo plazo en una tecnología con potencial transformador para satisfacer la demanda energética mundial y apoyar a CFS en su esfuerzo por alcanzar los hitos científicos y de ingeniería necesarios para lograrlo”, comentó Michael Terrell, director de energía avanzada en Google.
CFS recaudó 1.800 millones de dólares en una ronda de financiación de Serie B en 2021, con el apoyo de Google. Bob Mumgaard, director ejecutivo de Commonwealth Fusion Systems, afirmó que la nueva ronda de financiación tendría una escala comparable. “Es una señal de demanda muy fuerte. Esta inversión nos permite realizar parte de la I+D que nos permitirá entrar en ARC con mayor rapidez”, dijo Mumgaard.