¿Cómo localizar a las familias de combatientes desaparecidos en la Guerra Civil cuyos restos mortales se localizan? En la Dirección General de Memoria Democrática de la Generalitat de Catalunya lo tienen claro: mediante una base de datos genética que se denomina, precisamente, Programa de Identificación Genética y al que pueden acceder familiares de desaparecidos en la contienda para facilitar sus perfiles genéticos y contribuir a la identificación fidedigna de restos localizados en fosas comunes. De momento, este verano han identificado mediante dos estudios los datos de 722 combatientes republicanos y, ahora, el desafío es localizar a sus familiares. La herramienta, por supuesto, puede utilizarse para ayudar a identificar también los restos de otras personas desaparecidas independientemente de la época en la que desaparecieron y sus vinculaciones personales o ideológicas.

Brigadistas
De los 722 combatientes identificados, 357 eran extranjeros y, de éstos, la mayoría formaron parte de las Brigadas Internacionales. Los estudios se titulan Relació de voluntaris internacionals antifeixistes morts i desapareguts a Catalunya. Alemanya, Àustria i els Països Baixos y La Brigada Thälmann al front de l’Ebre. Más allá de su interés histórico, explican desde la Generalitat, la información que contienen “sirve para difundir el Censo de Personas desaparecidas y ampliar las muestras de ADN del Programa de Identificación Genética”.
Punto de partida
El siguiente paso, una vez identificados los combatientes, es buscar y localizar a los familiares, pero la Generalitat se encuentra aquí con un problema: el volumen de familiares que accede a la base de datos del Programa de Identificación Genética es muy bajo en relación a la cantidad de bajas que se registraron, por ejemplo, en cuerpos como las citadas Brigadas Internacionales. A menudo, cabe recordar, quienes se integraron en cuerpos como éste (en la Legión Francesa o la Legión Española ocurría otro tanto) se alistaban sin tener conocmiento de ello sus familiares y en circunstancias ciertamente azarosas dentro de un contexto tan convulso somo la Europa de los años treinta. Con todo, la herramienta existe y que se acceda o no a ella depende, en buena parte de los fondos de que se disponga para darla a conocer.