Ya hay frutales que han perdido toda la cosecha: así lo indicaba esta semana la patronal frutícola catalana Afrucat, que identificaba como causa de este hecho preocupante a las restricciones al riego que se han impuesto en las tierras a las que abastece de agua el Canal d’Urgell.

regants canal d'urgell / Oriol Bosch / ACN
 

Estrés hídrico

Manel Simon, director general de Afrucat, hablaba ya del “inicio de una muerte anunciada” y ponía como ejemplo campos de nectarinas de la localidad leridana de Castelldans, cerca de les Borges Blanques. Con todo, más allá de la cosecha de este año (que se da por perdida) la prioridad de los agricultores es salvar las plantaciones. Para ello, necesitan, como mínimo, tres riegos. Y la CHE, de momento, sólo autoriza dos.

Primer riego de supervivencia, en junio

En primer riego de supervivencia está previsto durante el mes de junio. El agua llegará de los pantanos de Oliana y Rialb, que están a un 14% de su capacidad conjunta. Con todo, y más allá de la coyuntura de este año, se impone un replanteamiento en el que el sector debe tecnificarse aún más y plantear nuevos y más eficientes sistemas de riego. La Generalitat quiere invertir 2.400 millones de euros para que Catalunya pueda cubrir sus necesidades de agua independientemente del régimen de lluvias.