¿Se puede convertir un coche con motor de combustión en un híbrido? Según un joven australiano de 21 años sí. Lo cierto es que, inventos de este tipo existen hace años, pero su idea tiene una ventaja: cuesta poco e implica escasas manipulaciones. De hecho, basta con instalar un kit que, al conectarse a los frenos del coche, permite conseguir 150 km de autonomía eléctrica. Se denomina Rapid Electric Vehicle Retrofit (REVR).

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Premiado

Alexander Burton, que así se llama, ha desarrollado su sistema en el Real Instituto de Tecnología de Melbourne, la universidad donde cursa ingeniería. Su invento ha sido premiado con el James Dyson, un galardón que anima jóvenes ingenieros a desarrollar creaciones capaces de mejorar el mundo. El invento surgió de manera muy simple: Alexander conducía un Corolla viejo y, aunque soñaba con un coche eléctrico, no disponía de dinero suficiente ni para comprar uno ni para asumir la inversión que supone convertir un motor de combustión en eléctrico con los métodos que hasta ahora existían. Decidió, por tanto, crear. Y lo que creó fue un motor de flujo axial que se instala en el rotor de los frenos de disco y está alimentado por una batería que se coloca en el hueco de la rueda de repuesto.

Hasta 150 km de autonomía

Con su kit, cualquier coche puede disponer de entre 100 y 150 km de autonomía eléctrica. Elimina emisiones, se instala en horas y no obliga a olvidar el motor de gasolina. Y no cuesta ni 3.000 euros. Si te interesa, hasta puedes echar una mano a Alexander colaborando con capital en su proyecto.