Sobre el papel, se supone que aporta ventajas fiscales para empleados y empresas. Incluso, se da por hecho que sirve también para potenciar el compromiso e incrementar la satisfacción laboral, pero ¿benefician por igual a todos los empleados este tipo de sistemas retributivos? Desde Taxfix, plataforma fiscal online, nos lo explican.

¿Qué es la retribución flexible?
Los sistemas de retribución fleixible permiten destinar una parte del salario de un empleado que queda exenta de IRPF a la adquisición de servicios específicos. Su atractivo, sin embargo, no es igual para todos, ya que depende de las circunstancias de cada trabajador y de los beneficios que se aportan. Así y por ejemplo, mientras que un matrimonio joven con hijos valorará mucho un cheque guardería, un trabajador soltero preferirá el derecho de uso de un coche mediante renting, carsharing o la forma que se elija. Al tiempo, alguien que viva cerca de casa no valorará los tickets restaurante y una persona que coma fuera de casa todos los días, sí. En sí, son soluciones, explica Ana Crespo, experta fiscal de taxfix, “son beneficios que pueden aumentar el poder adquisitivo de cada trabajador siempre y cuando éste tuviera la intención previa de utilizar esos servicios que se le brindan”.

Hay límites
Aunque los diferentes tipos de retribución flexible disfrutan de la misma exención fiscal, el reglamento del IRPF establece límites. De este modo, en el caso de seguros de enfermedad, las primas anuales no pueden exceder los 500 euros por miembro asegurado de la familia, mientras que para las tarjetas de transportes el límite es de 136,36 euros al mes. Con los cheques restaurantes, el límite es 11 euros diarios, lo que se antoja ciertamente anacrónico, pues raro es ya encontrar menús del día a ese precio. Además de conocer los límites de las exenciones, los trabajadores interesados en acogerse a un sistema de retribución flexible deben tener en cuenta que la cantidad de dinero total destinada no puede exceder el 30% de su retribución anual ni reducir el ingreso anual a cifras por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Igualmente, la empresa jamás podrá imponer este sistema de retribución, siendo totalmente opcional para el trabajador.
Desde el punto de vista fiscal, el riesgo que asume la empresa se limita a informar correctamente a Hacienda sobre las retribuciones flexibles que los trabajadores están disfrutando y dejar constancia de ello en las nóminas. Para los empleados, es fundamental comprender el funcionamiento del sistema de remuneración para poder hacer uso de los beneficios ofrecidos sin enfrentar problemas fiscales o legales.