Las utilidades de los drones son múltiples y diversas, pero tienen un problema: la duración limitada de sus baterías. Ahora, y gracias a investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca, ese problema va a empezar a formar parte del pasado.
Sin límite
La solución sorprende por lo sencillo y se ha aplicado, en concreto, a drones que realizan tareas de mantenimiento en líneas eléctricas. Antes de que existieran, estas labores las desarrollaban operarios que se veían sometidos a un riesgo notable y que, además, debían desplazarse a lugares remotos y poco accesibles. Los investigadores, para acabar con las limitaciones de tiempo de funcionamiento que pesaban sobre los drones que desempeñan estas tareas han echado mano de lo que tenían más cerca: las propias líneas eléctricas. Mediante un dispositivo acoplado al dron, éste puede conectarse a la línea y cargar directamente su batería.
Mecanismo
El mecanismo de agarre se acciona de manera pasiva y un circuito de control regula el campo magnético dentro de un transformador de núcleo dividido que, al tiempo, suministra energía al mecanismo y recarga la batería. Los drones se convierten así en herramientas capaces de completar de manera ilimitada todos los ciclos de vuelo que sean necesarios. Se reducen costes y se gana tiempo. Sin duda, una gran idea.