El trabajo policial, especialmente el que desarrollan los agentes que desempeñan labores de seguridad ciudadana, está condicionado en buena parte por el estado físico general de los agentes. Así lo afirman, por ejemplo diferentes estudios elaborados en Estados Unidos sobre el trabajo de los patrol officers, que así se llaman allí los policías antes citados. En Rubí, localidad del entorno de Barcelona que ha sido recientemente noticia por diferentes cuestiones vinculadas a la seguridad en sus calles, el grupo municipal del PP (en la oposición) quiere que el Ayuntamiento permita a los agentes de la Policía Local utilizar de manera gratuita gimnasios y piscinas municipales. No es un caso aislado, ya que otras ciudades han activado medidas similares. En el caso de Rubí, además, quieren que la gratuidad –o una bonificación, en el caso de la gratuidad completa no sea posible- se haga extensiva a miembros de otros cuerpos policiales que vivan o trabajen en la ciudad y, también, a miembros de protección civil.

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Exigencias físicas altas

El trabajo cotidiano de los integrantes de estos colectivos incluye actuaciones en las que, en momentos puntuales, es preciso superar desafíos que presentan exigencias físicas muy altas como carreras de corta y media distancia, saltos, escaladas, transporte y arrastre de pesos, tracciones y empujones y uso de fuerza física para reducir a sospechosos o mediar en peleas y enfrentamientos. Así lo recuerda Juan José Giner, portavoz de los populares rubinenses. “su trabajo exige un alto nivel de aptitud física y resistencia, ya que se enfrentan de manera cotidiana a situaciones que requieren de respuestas rápidas, enérgicas y eficaces. Por todo ello, creemos que el acceso libre de estos profesionales a piscinas y gimnasios municipales es una inversión porque una ciudad con agentes en óptima forma física es una ciudad más segura y con más bienestar”.

Percepción

Más allá de beneficios concretos en el desempeño cotidiano, la buena forma física tiene también efectos sobre la ciudadanía, que mejora su percepción de seguridad, como sobredelincuentes y sospechosos, para quienes tiene un papel disuasorio. “Está claro que incrementa la sensación de seguridad de los vecinos y, con eso, también ganamos todos”. La petición se ha formulado en forma de moción que se debatirá en el Pleno Municipal de este mes. Cuestiones en apariencia menores y que requieren prácticamente nula inversión pueden llegar a tener, coinciden los expertos, impactos notables en la seguridad ciudadana.