El teléfono móvil nos acompaña allá donde vamos. Lo tenemos con nosotros en el coche, en el trabajo, en la cocina, en la barra de un bar… y hasta en el baño. Recorre con nosotros decenas de lugares en los que vamos sumando todo tipo de gérmenes. La diferencia es que nosotros miramos por nuestra higiene (manos, boca, orejas, cuerpo…) y, sin embargo, con el móvil lo único que hacemos es sacar brillo a su pantalla cuando nos da la impresión de que no vemos bien lo que esta nos presenta.

De esta manera, nuestro móvil se va convirtiendo en un caldo de cultivo de toda clase de gérmenes y bacterias que están en permanente contacto con las manos, la boca y la cara. Un asunto, que bien pensado, nos debería preocupar o del que, al menos, deberíamos ser conscientes.

 Nuestro móvil se va convirtiendo en un caldo de cultivo de toda clase de gérmenes y bacterias

Un estudio realizado el año 2011 en el Reino Unido por el London School of Hygiene & Tropical Medicine revelaba que uno de cada seis smartphones presentaba restos fecales.

Otras investigaciones posteriores sobre móviles y salubridad han encontrado patógenos tan preocupantes como estreptococos, estafilococos aureus o la bacteria E. Coli, capaz de causar importantes alteraciones en el organismo humano.

Asimismo, un estudio de la Universidad de Arizona desvelaba que el escritorio de los trabajadores que se tomaron para la investigación –donde pasa el móvil tanto tiempo a lo largo de la semana– contenía cientos de veces más bacterias que el váter de la misma oficina.

¿Cómo limpiar el móvil?

En principio hay que ser conscientes de que mantener el smartphone totalmente limpio es impensable, pero sí se pueden seguir unas pautas para que el dispositivo presente una mayor salubridad.

La más sencilla es la de utilizar un paño de microfibra con humedecido con un poco de agua, incluso con algo de jabón doméstico diluido.

Si el móvil es resistente al agua, como son la mayoría de los de alta gama, conviene lavarse bien las manos o ponerse unos guantes limpios antes de aplicar un solución mezcla de agua y alcohol y rociársela al teléfono desde un recipiente en spray, para frotar después el líquido aplicado. Finalmente se recomienda usar un bastoncillo de algodón para terminar la limpieza del dispositivo.

En el caso de que el smartphone no resista el agua, la recomendación es la de utilizar toallitas húmedas para mantener el móvil lo más limpio posible.