Tras un parto, la vida de una pareja cambia. El nuevo miembro de la familia exige atención, la madre se enfrenta a cambios físicos y la pareja se vuelca en apoyar a la mamá que acaba de dar a luz, atender al nuevo hijo y favorecer la lactancia. La intimidad y las relaciones sexuales, a menudo, resultan desalentadoras para la pareja, pero no tienen siempre por qué serlo. We Vibe, fabricante de juguetes tecnológicos para adultos, plantea una serie de consejos para gestionar el postparto desde el punto de vista sexoafectivo de la mejor manera.

Concentrarse en lo que es posible

En la nueva situación que sigue a un parto, el tiempo, la energía y las capacidades físicas no son los mismos que antes. Hay muchas maneras de tener intimidad con tu pareja que no implican actividad genital, como abrazarse, besarse, ducharse juntos y darse masajes y otros menesteres. Toda intimidad, si satisface a la pareja, es buena y saludable.

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A tu ritmo y con supervisión

Las actividades sexuales, en tanto que parte de la relación de pareja, deben retormarse, pero al ritmo que satisfaga a cada uno y, a poder ser, con la orientación de tu médico. El cuerpo ha pasado por muchas cosas durante el embarazo y el parto, y los desgarros vaginales, la sequedad, la sensibilidad y/o los cambios en el deseo no son infrecuentes. Incorporar juguetes para explorar nuevas sensaciones (en solitario o en pareja) es una gran idea. Siempre es recomendable el uso de lubricantes, ya que los cambios hormonales durante y después del parto pueden causar cambios en la lubricación vaginal y algunas personas pueden experimentar sequedad que puede conducir a la fricción y la incomodidad durante las actividades sexuales.  

Tiempo de calidad

Puede, también, que te des cuenta de que necesitas programar tiempo de calidad e intimidad con tu pareja, ya que es probable que tengáis menos tiempo a solas de manera espontánea. Recomendamos programar tiempo para conectar con la pareja independientemente de si se tiene un recién nacido, pero esto puede ser especialmente necesario cuando se atraviesa la maternidad y paternidad. Es importante hablar de lo que se siente, de lo que hace sentir bien y de lo que no y de lo que se quiere y se necesita. La calma siempre es buen compañero, porque la precipitación puede llevar a situaciones de malestar físico que se interpongan en el placer vinculado a la relación.