Los aficionados a los programas de televisión que se hacen eco de las grandes gestas de la ingeniería seguro que han visto cosas similares muchas veces, especialmente en Estados Unidos, donde no es raro que casas enteras se trasladen por carretera y en tráileres hasta un nuevo emplazamiento, pero al profano le sorprenderá lo que acaba de hacer una empresa de Shangai: mover una manzana de casas completa para construir un aparcamiento y colocarlas, después y una vez acabadas las obras, en el mismo sitio donde estaban.
¿Cómo lo hicieron?
Las casas en cuestión eran cinco y se construyeron en torno a 1930. En un principio, cómo a menudo se hace con edificios históricos, se planteó la posibilidad de desmontarlas pieza a pieza, pero los materiales (ladrillo y madera) con los que estaban construidas desaconsejaron la operación. El proyecto del aparcamiento, ppor supuesto, no podía detenerse ni modificarse y, por eso, los promotores se decidieron por una solución de emergencia: un traslado temporal. Para ello, construyeron una losa de hormigón bajo las casas, reforzaron la estructura con acero y, como era demasiado grande para moverla, la partieron en dos. Después, sólo tuvieron que izar por separado cada bloque de casas y colocar bajo la estructura módulos autoportantes con ruedas que trasladaron toda la manzana hasta su emplazamiento provisional, situado a 230 metros del original.
Solución para edificios históricos
La autoridad municipal de Shangai obligó a conservar estos edificios por su valor histórico y su condición de testimonio de una época ya ida. En España, aunque sin traslado, se han realizado operaciones similares como, por ejemplo, la que permitió conservar la fachada de la Plaza de Toros de Las Arenas de Barcelona y construir dentro y debajo de ella un centro comercial. Ahora, mientras en china cuidan su patrimonio, en nuestro país parecemos habernos olvidado de lo que sabíamos hacer y, así, y por mucho que desde Hispania Nostra se quejen, las viejas centrales térmicas caen una tras otra.