Cuando China se propone ser la mejor en algo, suele conseguirlo. El país asiático ha puesto contra las cuerdas a los fabricantes convencionales con sus innovadores vehículos eléctricos. No solo suelen ser más baratos, sino que también ha impulsado medidas de seguridad pioneras, como la prohibición de que sus baterías se incendien o exploten, protegiendo así a los usuarios.

Por otro lado, está empezando a hacer algo de sombra a las empresas tecnológicas estadounidenses en el ámbito de la inteligencia artificial. China puso patas arriba el sector a principios de 2025 con el lanzamiento de DeepSeek, su respuesta a ChatGPT. No solo igualaba en rendimiento al bot conversacional de OpenAI, sino que, además, su entrenamiento había costado mucho menos dinero (se estima que alrededor de seis millones de dólares, frente a los cientos de millones de la creación de Sam Altman).

La segunda economía del mundo tampoco quiere quedarse atrás con los drones. Al parecer, habría desarrollado un nuevo algoritmo que podría superar a los mejores pilotos humanos a la hora de realizar maniobras acrobáticas. Un dron con este algoritmo tendría una agilidad similar a la de un colibrí.

Un algoritmo con 100% de precisión que «humilla» a los mejores operadores humanos

Un grupo de investigadores chinos habría desarrollado un nuevo algoritmo para que los drones con vista en primera persona (FPV, por sus siglas en inglés) realicen maniobras acrobáticas autónomas impecables, superando a los mejores operadores humanos, durante las misiones de vuelo. La nueva actualización se ha inspirado en aves como los gavilanes, halcones y murciélagos para facilitar los movimientos de alta velocidad y alto riesgo.

Hasta ahora, la mejora de rendimiento de los drones con vista en primera persona se había mejorado mediante la modernización del hardware, es decir, al introducir motores más potentes y mejores sensores. Sin embargo, los investigadores chinos han conseguido hacerlo a través de una actualización de software que incluye algoritmos más avanzados de planificación de movimiento y toma de decisiones.

Esta sabiduría biológica —que transforma ‘maniobras de alto riesgo’ en ‘recompensas de alta supervivencia’— es la clave para redefinir los paradigmas tradicionales del vuelo de los drones

La nueva inteligencia artificial para drones, según los investigadores, cuenta con dos elementos principales. El primero es un traductor de intenciones de movimiento que convierte la maniobra deseada por el piloto, como una voltereta o rizo, en comandos específicos y ejecutables para el dron. la segunda es una evaluación de riesgo-recompensa que analiza las compensaciones entre seguridad (evitar obstáculos), eficiencia (consumo de energía) y rendimiento (acrobacias aéreas).

“Los métodos convencionales se centran en mejorar el rendimiento del hardware, empleando motores más potentes o sensores de mayor precisión, pero pocos han investigado sistemáticamente la racionalidad de la planificación de la maniobra”, dijo Gao Fei, profesor asociado de la Universidad de Zhejiang y uno de los científicos asociados al proyecto, al hablar con el South China Morning Post. “Hemos demostrado que los drones cuadricóptero pueden lograr maniobras de vuelo más sofisticadas y posturas elegantes únicamente mediante algoritmos inteligentes, sin necesidad de actualizaciones de hardware”, añadió.

Durante las pruebas, el dron superó obstáculos estrechos con una gran agilidad. En una prueba individual, superó a un piloto profesional con una tasa de éxito del 100%, frente al 12,5% del piloto. La tecnología podría tener aplicaciones militares, permitiendo que los drones sean más ágiles en entornos urbanos o forestales, evitando la detección y atacando con precisión.