La inteligencia artificial mejora día a día. El mejor ejemplo lo encontramos en ChatGPT. El bot conversacional desarrollado por OpenAI salió al mercado a finales de 2022, y desde entonces ha implementado numerosas características para que sea mucho más útil para los usuarios (se estima que más de 400 millones de personas utilizan cada semana el servicio).

Una de las novedades más recientes e interesantes de ChatGPT es la «memoria». Los desarrolladores han dotado al chatbot de la capacidad de referenciar todos los chats que hemos compartido con él para obtener respuestas más personalizadas. Como usuarios, podemos contarle a la IA nuestras preferencias e intereses para que escriba más acorde a nuestro estilo, recibir mejores consejos, aprender, etc.

Sin duda, es una función muy llamativa, pero que tampoco hace mucha gracia a los defensores de la privacidad en línea. Y mucho menos después de que Sam Altman, CEO de OpenAI, haya dicho que quiere que ChatGPT absorba todo el historial de la vida de los usuarios del bot conversacional. ¿A qué se refiere el magnate tecnológico?

Sam Altman quiere que ChatGPT sea una IA omnisciente

Un usuario preguntó a Altman cómo podría personalizarse todavía más ChatGPT, a lo que el CEO de OpenAI respondió que le gustaría que su bot conversacional documente y recuerde todo lo relacionado con la vida de una persona. La idea es un modelo de razonamiento con “miles de millones de tokens de contexto” que pueda almacenar las conversaciones, correos electrónicos y materiales de lectura de alguien.

Todas las conversaciones que has tenido, todos los libros que has leído, todos los correos electrónicos que has recibido, todo lo que has consultado está ahí, además de estar conectado a todos tus datos de otras fuentes. Y tu vida se va integrando en el contexto

Esta declaración la realizó Altman recientemente durante un evento especializado en inteligencia artificial organizado por Sequoia. No duda en que pueda realizarse porque sabe que muchos universitarios utilizan ChatGPT como «sistema operativo», subiendo archivos, conectando fuentes de datos e introduciendo fuentes complejas.

La manera de buscar información en Internet está cambiando. Hasta hace muy poco, Google y Wikipedia eran las principales fuentes de consulta de los internautas. Sin embargo, desde que existe ChatGPT y compañía, resulta mucho más cómodo averiguar datos usando los bots conversacionales basados en inteligencia artificial. Se está convirtiendo en la norma para gente de entre 20 y 30 años, o más.

Altman tiene un propósito: que ChatGPT se convierta en un sistema de IA omnisciente. No obstante, se enfrenta a un gran reto: hacer que los usuarios confíen sus datos más valiosos a una compañía tecnológica. Ya hemos visto en el pasado cómo las grandes tecnológicas han usado de manera indebida la información privada de sus usuarios, y no hay nada que nos haga pensar que esto no podría suceder. De hecho, sigue sucediendo.

Por otro lado, un chatbot como ChatGPT está diseñado para que actúe de una manera concreta. Los desarrolladores pueden modificarlo para que tenga preferencia por ciertos grupos políticos e ideologías, de modo que condicione la mentalidad y percepción de los usuarios a la hora de obtener información y tomar decisiones.