El verano es sinónimo de pasar más tiempo al aire libre, tanto porque disponemos de más tiempo libre como porque el sol está mucho más presente desde que amanece hasta la noche. Es época de vacaciones y de viajar; de destinos como la playa o la montaña. En definitiva, una estación en la que paramos menos tiempo en casa y en el trabajo. Y esto tiene algunas implicaciones entre las que se encuentra un mayor uso del móvil, o al menos un gasto de batería más importante sin tanta facilidad para poner el dispositivo a recargar.
A pesar de que todos llevamos el cargador del móvil a todas partes, no siempre lo hacemos cuando salimos a la calle en nuestro destino vacacional. La razón no es otra que tener que estar pendientes de encontrar un enchufe en un lugar público, como un bar o un restaurante, no es una opción muy cómoda. Y sin embargo, utilizamos el teléfono en los tiempos muertos para escuchar música, consultar las noticias o sacar fotografías a los lugares que visitamos.
Existen las baterías portátiles para conectar al móvil cuando la batería de este comienza a escasear pero no es infrecuente que no nos acordemos siempre de cargar con ellas o de cargarlas la víspera en el alojamiento donde nos quedemos. Sin embargo, existen unos dispositivos que nos pueden sacar en cualquier momento de un apuro con solo llevarlos con nosotros. Son las baterías solares, que aunque no estemos familiarizados con ellas, funcionan y muy bien.
Las baterías solares para el móvil
Existen dos tipos de baterías solares para cargar el teléfono atendiendo a su tecnología. Por una parte están las que son como cinturones plegables con placas solares en cada tramo, como puede verse en la siguiente imagen.
En segundo lugar, están las que tienen un aspecto muy similar a las baterías portátiles, pero con un panel solar insertado en la parte superior del dispositivo, como el de la foto que se ve a continuación.
La primera de las mencionadas –la del tipo cinturón– es la más utilizada y efectiva y funciona de la siguiente manera. Como no cuenta con baterías integradas al uso, hay que enchufar el móvil al dispositivo mientras este se coloca a la luz del sol. El teléfono móvil, la tablet o incluso el portátil podrá ir cargándose sobre la marcha mediante una conexión USB, pero siempre recibiendo la energía que el cargador recibe en ese instante puesto que este no tiene capacidad de almacenamiento.
La potencia siempre va a depender de las condiciones solares del momento pero si el cargador se encuentra directamente expuesto a la luz del sol, puede generar desde 2,4 amperios por puerto USB hasta 4,8 amperios para un solo dispositivo. Un cargador normal de teléfono móvil suele producir entre 1 y 2 amperios habitualmente.
La segunda clase de batería sí es capaz de almacenar la energía, por lo que el móvil no necesita estar conectado mientras aquella recibe la luz solar. Es decir, primero almacena la energía para poder entregarla al dispositivo en cuestión. El problema con este sistema surge cuando tenemos prisa por cargar el móvil, ya que la carga de la batería solar tarda unas cuantas horas en producirse. Sirve más para cargarla un día y conectarla al móvil el día siguiente. ¿Ventaja? Que no haces ningún gasto eléctrico.
Tres baterías solares recomendadas a buen precio
Por si quieres animarte a hacerte con una de ellas de cara a las próximas vacaciones, te ofrecemos tres alternativas asequibles y bien valoradas por sus usuarios.
- Cargador solar X-DRAGON
Por solo 39 euros puedes comprar este cargador de formato cinturón de 2.000 mAh, con 5 paneles solares, conexión USB dual y linterna LED. Lo puedes encontrar a través de este enlace.
- Cargador solar Hiluckey
Cuenta con 4 paneles solares y 2.500 mAh pero además es resistente al agua y la nieve, por lo que es ideal para el invierno también. Por 45 euros lo tienes aquí.
- Cargador BigBlue
Pertenece a los del segundo tipo que hemos comentado. Un solo panel pero de 15.000 mAh, dos puertos USB impermeables, es anti shock y tiene seis luces LED de emergencia. Puedes adquirirlo por menos de 30 euros en este enlace.